Te odio, pero qué le voy a hacer: 19 canciones sobre el misterio de vivir en Madrid
Todo lo da, y también todo lo quita. Muchos han cantado a la opresión y a la irresistible atracción de la capital: Burning, Radio Futura, Moris, Mecano...
Decenas, centenares, miles. Resulta imposible cuantificar numéricamente el número de canciones inspiradas por las grandes urbes, con sus edificios amontonados, su permanente estado de efervescencia, sus rincones imposibles, sus infinitas historias anónimas avanzando en paralelo hacia los más variopintos desenlaces.
Eso es también Madrid, una ciudad con algo más de tres millones de habitantes a la que muchos han cantado. Lugareños y forasteros han convertido en canción sus vivencias, han inventado relatos, han denunciado injusticias o han consumado evocadoras odas a sus calles y sus gentes. Con altas dosis de lirismo mediante.
Seleccionamos a continuación 19 de esas composiciones dedicadas a la capital durante los últimos cuarenta años. Desde dispares perspectivas y con diversos resultados: así suena Madrid.
- Burning: 'Madrid' (1978)
Además de ser fundamentales en la normalización del castellano en el rock, los de La Elipa supieron como nadie plasmar el lado más macarra de la capital en sus canciones. Su primer disco, aquel Madrid de 1978, es fiel reflejo de una época urbana y callejera como pocas. El tema dice: "Hey, Madrid te odio, pero qué le voy a hacer. No puedo dejarte y quedarme sin mujer. Tendrás que sentir las caricias de Madrid sobre tu piel y escribir con tu sangre Madrid eres mi mujer... Ah no, sin vivir en Madrid no lo entenderás".
- Kaka de Luxe: 'Viva el metro' (1978)
Menos macarras pero igualmente desvergonzados a su propia manera, Kaka de Luxe debutaron en 1978 con un EP homónimo en el que Carlos Berlanga, Nacho Canut, Enrique Sierra, Alaska, Fernando Márquez El Zurdo y Manolo Campoamor tiran de ironía para arremeter contra el metro de Madrid, sin duda elemento esencial de la gran urbe capitalina. Y lo expresan así: "De Portazgo a Plaza Castilla, bajándome en cada estación, me gasté más de veinte duros. ¡Viva el metro, es mi pasión! Ya he abandonado todos mis vicios, ni hachís, ni whisky, ni bacarrá, ni muchachitas, ni muchachitos, el metro todo lo suplirá. ¡Qué felicidad que sea tan caro el metro más feo de Europa!"
- Moris: 'Balada de Madrid' (1978)
Después de impulsar el rock argentino en los sesenta, Mauricio Moris Birabent emigró en 1975 a España para repetir jugada en un momento en el que el rock en español todavía era más un anhelo que una realidad. Con su disco de 1978 Fiebre de vivir consigue convertirse también en un referente en este lado del Atlántico. Y, como tantos otros, terminó aportando su mirada de forastero dibujando su propia estampa costumbrista de la ciudad. Como en la preciosa Balada de Madrid: "Este es el bar de Hortaleza: 'Póngame un café en la mesa'. Donde van, donde vienen, toda esa gente regresa, 4:30 a trabajar y quince días al mar. Ya es muy tarde en la Gran Vía, sin pasta no hay alegría y con pasta, porquería. Mejor me voy a dormir. En Madrid despierta el día".
- Leño: 'Este Madrid' (1978)
A finales de los setenta debutaba una banda básica y constitutiva del mejor rock urbano de la capital, con Rosendo Mercado al frente (que este año ha sido distinguido con la Medalla de Oro de la ciudad por su contribución a la cultura colectiva). Este Madrid retrata una ciudad aún vigente, perpetuamente polucionada. Es prácticamente una composición ecologista: "En Atocha encontrarás aire limpio sin igual. Es una mierda este Madrid, que ni las ratas pueden vivir. Queremos una central que nos suministre energía para destruir la mucha vegetación que nos estorba. Y no, no podemos construir". El Madrid del amor/odio a grito pelado.
- Topo: 'Vallekas 1996' (1979)
Topo fue la escisión de Asfalto con Lele Laina y José Luis Jiménez al frente, que debutó en 1979 con un primer álbum homónimo producido por Teddy Bautista. Su debut coincidió con el momento de máximo esplendor de ese rock urbano que anegaba de inconformismo, espíritu crítico y reivindicación social las calles de toda una ciudad que despertaba a una nueva era. Lo más inquietante del retrato pitoniso que hicieron en su clásico Vallekas 1996 es que sigue vigente 21 años después de la fecha imaginada y 38 después de ser concebido, con versos como: "La televisión funciona siempre, nos proyecta un mundo irreal, nos hace olvidar la verdad de las calles. Vivir en Vallecas es todo un problema en 1996, sobrevivimos a base de drogas que nos da el Ministerio del Bienestar".
- Joaquín Sabina: 'Yo me bajo en Atocha' (1998)
Oda emocionada a una ciudad que todo lo da y todo lo quita. Una ciudad que de la que resulta complicado escapar a pesar de todas sus contradicciones, sus luces y sombras. Por eso, aunque se marche, Sabina siempre termina bajándose otra vez en Atocha para revisitar todos los lugares que enumera en las estrofas de esta composición de 1998, gran joya del disco conjunto con Fito Páez, Enemigos íntimos. Y se pone solemne el de Úbeda: "He llorado en Venecia, me he perdido en Manhattan, he crecido en La Habana, he sido un paria en París, México me atormenta, Buenos Aires me mata... Pero siempre hay un tren que desemboca en Madrid, pero siempre hay un niño que envejece en Madrid, pero siempre hay un coche que derrapa en Madrid, pero siempre hay un fuego que se enciende en Madrid, pero siempre hay un barco que naufraga en Madrid, pero siempre hay un sueño que despierta en Madrid, pero siempre hay un vuelo de regreso a Madrid".
- Loquillo: 'En las calles de Madrid' (1984)
La banda sonora que grupos como Burning pusieron al día a día madrileño terminó inspirando incluso a músicos de otras ciudades, como el barcelonés Sabino Méndez, autor de este evocador tema del segundo disco de Loquillo y Los Trogloditas, ¿Dónde estabas tú en el 77?, editado en 1984. "Madrid... llévame en tu coche a algún vicio por ahí. Búscame en las ondas alguien que hable para mí. Dile a Pepe Risi que ya puede sonreír, él mató el silencio en las calles de Madrid", canta un Loquillo especialmente sugestivo que por aquel entonces tenía 24 años.
- Mecano: 'Madrid' (1983)
El trío madrileño integrado por Ana Torroja y los hermanos José María y Nacho Cano, en un lugar absolutamente opuesto al de Rosendo y sus Leño, también tiene su propia oda a la opresiva y contaminada vida en la capital. Se titula sencillamente Madrid y forma parte de su segunda entrega, ¿Dónde está el país de las hadas?, que despachó 800.000 unidades allá por 1983. Desmitificando que es gerundio: "A unos le toca en Gambia y a otros en Pekín, y a mí me tocó nacer en Madrid. Y no es un trauma ni un orgullo para mí, porque no me dejaron elegir por Madrid, una ciudad de alquitrán, hierro, cemento y cristal. Alguna gente no lo puede soportar, yo ya sin humo no sé respirar en Madrid".
- Radio Futura: 'Un africano por la Gran Vía' (1984)
En el segundo álbum de Radio Futura, La ley del desierto / La ley del mar, junto a clásicos como Escuela de calor y Semilla negra, encontramos también Un africano por la Gran Vía. Los hermanos Santiago y Luis Auserón comienzan a adentrarse como pioneros en lo que terminaría siendo el rock latino. Construyendo puentes invisibles con la principal arteria de la ciudad como metáfora. "Con un suave balanceo voy por ahí a la hora en que cierran los clubs con un suave balanceo, sin sonreír más de lo necesario. Tras algún signo de vida voy, no sé quien soy ni dónde nací, pero llevo un africano dentro de mí. Y todavía estoy oculto en la maleza, el color rojo me hace perder la cabeza y soy capaz de arrastrarme por el suelo. Y solo tiemblo cuando tiembla el suelo", entona el siempre inquieto Santiago.
- Los Enemigos: 'Velardestrit Bugui' (1986)
La música es capaz de generar y transmitir todo tipo de sensaciones sin ayuda de sesudos versos. Tal es su poder, que al escuchar este Velardestrit Bugui de Los Enemigos, se puede sentir perfectamente la excitación constante con la que vive la céntrica calle Velarde, en el corazón del barrio de Malasaña. Durante la noche o a plena luz del día, de igual, esa rúa siempre palpita con similar cadencia, sin perder la armonía. Como este boogie travieso y apresurado incluido en su primer disco, Ferpectamente (1986), que muy apropiadamente se ofrecía en los bares de Velarde por un vino y una tapa de chorizo.
- Antonio Flores: 'Gran Vía' (1988)
La sensibilidad creativa de Antonio Flores, siempre presta para encontrar la belleza en los pequeños detalles de la antipática vida cotidiana, plasmó el devenir diario de la Gran Via en una canción que además dio título a su tercer disco, editado en 1988. Y pareciera que no hubieran pasado los años sobre estos versos: "Gastada la acera por la gente al pasar, pies acostumbrados a la velocidad, personas que viven a un ritmo infernal. Aquel tranvía pronto pasará, las casas se desmaquillaran del humo de la gran ciudad. Oh, Gran Vía, y llevas aquí casi toda la vida. Oh, Gran Vía, y llevas aquí casi toda la vida. Oh, Gran Vía, la gente te quiere todavía".
- Pereza: 'Madrid' (2005)
Siempre reivindicando su condición de chicos de barrio, Leiva y Rubén Pozo terminaron por conquistar hasta más allá de donde alcanzaban sus ojos, con la Alameda de Osuna como punto de partida. Actualizadores del sonido canalla de Burning (con menos crudeza y más romanticismo), la pareja puso banda sonora a una nueva generación con ganas de destilar lozanía por toda la ciudad. Podríamos hablar de Lady Madrid, pero nos quedamos con otra, Madrid, canción de 2005 de su álbum Animales, historia de uno de tantos romances en las calles: "Noches de Siroco, terracita Antón Martín y ese bar de Tirso que te gusta tanto a ti. Por la espina dorsal de la Gran Vía derrapa una sirena de la policía. Y qué gusto da estar enamorado y pasear contigo del brazo. Traigo rosas rojas para ti, eres mi rincón favorito de Madrid".
- Deluxe: 'El cielo de Madrid' (2008)
"¿Cuántas veces he pensado ya en dejar este lugar hostil? Pero como en los libros de mi infancia, siempre elijo la página que me devuelve al mismo lugar", entona el gallego Xoel López, otro de los tantísimos afuereños que han expresado sus sentimientos hacia la capital, en este tema titulado El cielo de Madrid y que forma parte del último álbum de sus Deluxe, Reconstrucción (2008). Con su proverbial melancolía, parece buscar un amor extraviado en un ambiente no precisamente idílico: "Otra vez las calles vacías, el viento soplando cada vez más fuerte, pero mis ojos no quieren cerrarse y salgo buscando lo que me falta en el cielo de Madrid. El frío golpea en la noche, todos duermen en aparente tranquilidad, pero el naranja de los semáforos me descubre unos hombres durmiendo entre cajas de cartón".
- Joaquín Sabina: 'Pongamos que hablo de Madrid' (1980)
Ubetense de nacimiento allá por 1949, Joaquín Sabina ejerce de cronista patrio de nuestro tiempo desde que regresó de su exilio en Londres a finales de los setenta. Encontrando lírica veracidad donde los demás solo ven tediosa rutina, ha sacado jugo a las calles de la capital como pocos durante años, ya desde este Pongamos que hablo de Madrid de su segundo disco, Malas compañías (1980). Un himno majestuoso a una urbe cosmopolita, fugaz y feroz, en constante mutación y rebosante de historias: "Los pájaros visitan al psiquiatra, las estrellas se olvidan de salir, la muerte viaja en ambulancias blancas, pongamos que hablo de Madrid. El sol es una estufa de butano, la vida un metro a punto de partir, hay una jeringuilla en el lavabo, pongamos que hablo de Madrid".
- Antonio Vega: 'Pasa el otoño' (2005)
Nadie como Antonio Vega para condensar en un puñado de versos la melancolía que abraza a la ciudad cada año con la llegada del otoño y la inminencia del invierno. Con su especial sensibilidad, así lo dejo plasmado en su último disco, 3.000 noches con Marga, editado en 2005. Un otoño en Madrid no es como un otoño en cualquier otro sitio. Eso es lo que consigue transmitir: "Pasa el otoño en Madrid y el color ocre se funde a gris, vuelven recuerdos de inviernos pasados junto a ti. Quiero escuchar crujir las hojas al andar, una vez más, porque el otoño pasa en Madrid. Quiero guardar hojas doradas hasta abril. Pasa el otoño en Madrid".
- Ketama: 'Vente 'pa' Madrid' (1991)
Toda una loa a la cara más luminosa y festiva de la ciudad, que narra la historia de un primo de los Ketama cuyo drama comenzó cuando se tuvo que ir a vivir a Alicante irremediablemente: "Lágrimas y lágrimas lloró, porque aquí dejo su corazón. Lágrimas y lágrimas lloró porque aquí en Madrid está lo mejor". El consejo del triunvirato Carmona es tan simple y directo que prácticamente pasa a ser un mantra, diríase que casi un grito de guerra, incluido en su álbum de 1991 Canciones hondas. Porque con insistencia repiten: "Querido primo yo te digo: 'Vente pa Madrid'. Que quiero que vengas muy pronto: 'Vente pa Madrid'. Porque aquí estamos mi compadre Antonio y mi primo José Miguel. Vente pa Madrid".
- Quique González: 'Calles de Madrid' (2003)
El ritmo de la ciudad es frenético la mayor parte del tiempo, pero Quique González y Rebeca Jiménez aminoran la velocidad como todas esas parejas que llevan su propio ritmo y que transitan por sus travesías apurando las noches de sábado mientras el domingo acecha en el horizonte. Algo absolutamente consuetudinario. "Desde Las Ventas hasta Chamberí, fumando a medias, en las calles de Madrid. Cuando despiertas, ya no están aquí. Nunca revientan en las calles de Madrid. Calles de Madrid, hasta tu barrio. Últimas partidas en el futbolín. Coche para ir al extrarradio cantando alguna de Joaquín", entonan a dúo en el arrebatado álbum Kamikazes enamorados, de 2003.
- Juan Perro: 'Malasaña' (2011)
El ex Radio Futura Santiago Auserón incluyó en su quinto disco como Juan Perro, Río negro (2011), esta composición consagrada a uno de los barrios más famosos y musicales de Madrid, enumerando incluso algunas de sus calles, transitadas diariamente por miles de personas, independientemente de que residan o no en la zona. Y así es como relata este día de celebración, que late a través de sus versos: "Malasaña, Dos de Mayo, poco importa de qué año. Se montó aquí la de Dios, por rocanrol y por tangos, por Desengaño y La Palma y por Espíritu Santo. Que te lo diga Juan Perro si quieres certificarlo".
- Los Nastys: 'Madrid es un cementerio' (2014)
El desafiante descontento inherente a la juventud llevó a Los Nastys a hacer un retrato difunto de la ciudad en una de sus primeras canciones, parte de su EP de 2014 Me lo encontré así. Es cierto que, efectivamente, Madrid no vive una etapa de entusiasmo generalizado especialmente mágico, y por eso siempre es pertinente que las nuevas generaciones dejen las cosas claras. "Vivo en Madrid, vivo en un cementerio. Mi tumba es pequeña y no tengo más remedio. Ya no hay droga buena para tomar, ya no quedan ídolos para matar. Los chicos buenos en esta ciudad tienen la clave para ligar en Pachá. En la calle donde te conocí, la policía viene detrás de mí. ¡Está muerta! ¡Madrid está muerta!", aúlla el cuarteto con su pendenciero punk-rock.
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