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Historias épicas de países que no existen

Un libro recoge 50 lugares no reconocidos como estados, algunos por 'bobadas' como que nadie vive allí

En 1971, un antiguo cuartel militar de Copenhague ocupado por un grupo de 'hippies' paso a convertirse en La Nación Libre de Christiania.
En 1971, un antiguo cuartel militar de Copenhague ocupado por un grupo de 'hippies' paso a convertirse en La Nación Libre de Christiania.Getty

Eli Avivi es uno de los dos habitantes de Akhziviland, cuyo himno nacional es “el sonido de las olas del mar”. Akhziviland forma parte de los 50 territorios que ha recogido el geógrafo de la Universidad de Oxford Nick Middleton en su Atlas de países que no existen (geoPlaneta). Las historias de estos territorios van de lo trágico a lo épico y en casi todas intervienen individuos de novela. Vamos con nueve de ellas.

Christiania

Población: 850

Superficie: 0,34 km2

El clásico “sueño convertido en pesadilla”. En 1971, un grupo de hippies ocupó un antiguo cuartel militar de Copenhague y fundó allí la Nación Libre de Christiania, que se rige por sus propias leyes. El menudeo de drogas acabó convirtiéndose en la principal actividad económica de este antiestado y en 2012 el gobierno danés se vengó de sus habitantes poniendo en sus labios la dulce miel del capitalismo. Les dio la opción de comprar sus tierras a un precio de risa. Siguen debatiendo.

Cataluña

Población: 7.600.000

Superficie: 32.114 km2

Si en Estados Unidos, el Jefe de Estado es @POTUS, en esta zona del noreste de la Península Ibérica, el President se maneja con @KRLS. Nick Middleton aclara en el prólogo que “en lugares donde dos aspirantes a naciones están presentes en similares aunque no idénticas circunstancias se ha decidido incluir sólo a uno”. Así, Euskadi tendrá que esperar. También habla de la consulta independentista de 2014, declarada ilegal por el Tribunal Constitucional, y de la efímera República Catalana que proclamó Lluís Companys en octubre de 1934 y que duró sólo diez horas.

Moresnet

Población: 3.000

Superficie: 3,4 km2

Este triángulo puntiagudo situado en la zona germanófona de Bélgica y con el que distintos imperios han jugado al ping-pong se proclamó en 1908 ciudad-estado independiente. El médico local, que también llevaba la oficina de correos, Wilhelm Molly, decretó que el esperanto sería la lengua oficial. Además, decidió que su pequeña república respondería al nombre de Amikejo (lugar de amistad, en esperanto) y decidió que serviría de refugio a bohemios y soñadores, “lejos de todo lo que las convenciones tienen de absurdo”.

Mayotte

Población: 212.654

Superficie: 374 km2

¿Es raro que Israel participe en Eurovisión? Pues más raro es que una isla del Océano Índico, entre Madagascar y Mozambique, forme parte de la Unión Europea. En 1975, su población desafió el mandato de la ONU y, al contrario que las otras tres islas Comoras, decidió en doble referéndum seguir siendo colonia francesa. Según Middleton, “preferían ser marginados por una capital europea a 8.000 km de distancia que por sus paisanos de la isla vecina”.

Pontinha

Población: 4

Superficie: 178 m2

Dando un paseo por el espigón del puerto de Funchal, en Madeira, uno se encuentra una señal que marca la frontera de Pontinha. Allí se alza una antigua fortaleza que solía formar parte de una isla de pasado pintón: fue un bastión de la orden de los templarios. Ahora lo que queda del edificio es propiedad de un maestro de escuela que se considera monarca de Pontinha y reclama las 200 millas náuticas que le corresponden a su diminuto no-estado.

Redonda

Población: 0

Superficie: 2 km2

Colón avistó esta isla diminuta en su segundo viaje a América. El novelista M.P. Shiel propagó la leyenda de que heredó de su padre el ficticio Reino de Redonda y se dedicó a conceder gracias y títulos a otros literatos como Dylan Thomas o Lawrence Durrell. Según el Atlas, existen nueve aspirantes a herederos y el más famoso es sin duda Javier Marías, que también concede ducados y condados a sus amigos escritores.

Mosquitia

Población: 150.000

Superficie: 59.600 km2

Nicaragua se anexionó esta región, la más pobre de Centroamérica, a finales del siglo XIX. Después de eso llegaron 115 años tirando a pésimos en los que Mosquitia sufrió huracanes, plagas y una forma de histeria contagiosa conocida como Grisi Siknis o “enfermedad del loco”. Hasta que en 2009 el consejo de ancianos de la zona decidió independizarse. No es la primera vez: en el siglo XVIII se aliaron con los británicos para separarse de los españoles y funcionaron como reino durante más de un siglo.

Vemerana

Población: 40.000

Superficie: 3.956 km2

Como reparto de una película sobre las aventuras de dos colegas tendrían lo suyo: el líder de una secta con 25 esposas, Jimmy Stevens, se alía con un estadounidense millonario y libertario, exprisionero de los campos nazis, Michael Oliver, y juntos fundan Vemerana en el archipiélago de Vanuatu, allá por 1980. El territorio llegó a ser reconocido por muchos estados hasta que Papúa Nueva Guinea acabó con la insurrección y metió a Stevens en la cárcel.

Islas Cocos

Población: 500

Superficie: 14 km2

En 1886, la Reina Victoria cedió esta isla a los descendientes del capitán John Clunies-Ross, un marino escocés que montó una industria explotando la piel del coco. Sus herederos ejercían de señores feudales de este territorio, en el que los trabajadores tenían vivienda gratis pero cobraban en fichas de plástico, intercambiables solo en la tienda de los Clunies-Ross. En 1978, el último virrey vendió la soberanía a Australia.

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