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Inaudito, manifestaciones a favor de los bancos

Varias poblaciones portuguesas se quejan porque cierra su única oficina bancaria

Sucursal de la Caixa Geral de Depósitos (CGD) en la calle Génova de Madrid.
Sucursal de la Caixa Geral de Depósitos (CGD) en la calle Génova de Madrid. Kike Para

Un hecho insólito recorre Portugal: la gente ocupa la calle manifestándose a favor de los bancos. Un banco, quién lo diría, es un bien social y, aún más, un factor de poblamiento. Son argumentos en la lucha para evitar que se cierre el único banco que existe en algunos pueblos de Portugal.

Para que la gente, en concreto los pobres —como se autodeclaran algunos de los manifestantes—, se eche a la calle en favor de los bancos ha tenido que ocurrir algo extraordinario: la Caixa Geral de Depósitos (CGD), primer banco del país, 100% público, va a eliminar cientos de oficinas en todo el país, y en ese cierre masivo hay varios pueblos que se han quedado sin la única agencia que tenían.

A final de mes ya se cerrará la única oficina de CGD en Almeida, localidad de 8.000 habitantes. Sus vecinos salieron a la calle la pasada semana para evitar el epitafio.

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En esta lucha a favor de un banco abierto no es menos desconcertante que callen los partidos de derecha y se manifiesten los partidos de la extrema izquierda, como el Bloco de Esquerda y el Partido Comunista, que desean que no haya en todo el país un solo concejo sin una oficina de CGD.

La de Almeida no ha sido la única protesta. También los vecinos de Teixoso se manifestaron a favor de su banco. 3.500 personas firmaron contra el cierre, y algunas de ellas gritaban eslóganes ilustrativos: “La Caixa es del pueblo; la Caixa es de todos”, “la Caixa es nuestra” o “respeto por los pobres”.

En un comunicado, el Bloco de Esquerda afirma que el cierre de agencias contribuye “activamente al proceso de despoblamiento de las regiones de baja densidad, principalmente en las regiones del interior del país”.

A la primera lista de 61 oficinas cerradas en los pueblos le seguirán otras hasta superar dos centenares de cierres; en casi todos los casos, el apoyo a un banco es el canto final a los servicios públicos en estos pueblos, que ya vieron desaparecer el cine, la escuela, la farmacia, el centro de salud, el puesto de correos. Solo les quedaba el banco.

CGD: http://economia.elpais.com/economia/2017/03/10/actualidad/1489150605_825687.html

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