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Messi, el niño que no podía crecer

El futbolista ayuda a recaudar fondos al hospital infantil Sant Joan de Deu donde le trataron cuando llegó a Barcelona

Juan Cruz
Messi, en el partido ante el Sevilla.
Messi, en el partido ante el Sevilla.ALBERT GEA (REUTERS)
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Es difícil ver a Messi haciendo otra cosa en el campo que estas tres: centrar, marcar y dirigirse a lo alto, en memoria de la abuela que lo llevaba a jugar al fútbol. Este último miércoles hizo un gesto más, después de marcar su primer gol ante el Sevilla. Se acercó a la cámara y se puso serio para hacer un guiño que al principio pareció misterioso. Como él es misterioso desde chico (se comunicaba con la maestra cuando era niño a través de una amiga: sentía vergüenza), los comentaristas creyeron que ese gesto, de carapintada (hizo como si se rayara con dos bandas su cara de barbudo pelirrojo) hacía alusión a alguna de sus cuentas pendientes con el club. ¿Qué querrá decir Messi?

La imagen dio la vuelta al mundo y en treinta segundos fue como si no se jugara el partido. Finalmente llegó la explicación: el gesto era una alusión de apoyo a la causa que defiende: el hospital de los valientes que alberga el hospital infantil Sant Joan de Deu, donde le ayudaron a crecer cuando llegó a Barcelona. Ahora Messi ayuda a esa institución, que a él le ayudó a ser quien es en el mundo del fútbol, a recaudar fondos “para construir en Barcelona el hospital especializado en cáncer infantil más importante de Europa”.

Están juntos en ese gesto que responde al hastag #paralosvalientes la Fundación Leo Messi, la Fundación Fútbol Club Barcelona y la escuela de Negocios IESE. El llamamiento de Messi es para hacer ese hospital (que podrá atender 400 personas cada año, en una superficie superior a los 5.000 metros cuadrados). Costará treinta millones de euros. El primero en Europa en su especialidad. Para ayudarles Messi detuvo por medio minuto la conversación sobre su juego y puso a los espectadores en la pista de su propia infancia, cuando era un niño al que le costó crecer.

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