Partido aplazado
Acerca de la suspensión del partido Celta-Real Madrid resulta curioso que después de tres días de polémicas, acusaciones y demás zarandajas sobre posibles fechas y calendario nadie haya siquiera planteado que lo más grave es que en dos días diferentes, en dos estadios diferentes, dos cubiertas de estadios de fútbol hayan salido volando sin control. Una reflexión, ¿y si en el momento de los desprendimientos de las cubiertas se hubieran estado celebrando los partidos? ¿Y si hubiera muerto un espectador o un afamado futbolista? Alguien debería dar gracias a que no estemos ahora lamentando una tragedia. Algunos edificios necesitarían inspecciones técnicas más rigurosas, ¿no les parece?— Eduardo Guibelalde del Castillo. Hoyo de Manzanares (Madrid).