Esto es lo que buscó en Google la gente que no salió en Nochevieja

La nochevieja es una fecha que está siempre a medio camino entre lo tierno y lo grotesco, lo nostálgico y lo infame, lo hermoso y lo espeluznante. En ella se armonizan los reencuentros familiares más cálidos con bacanales desaprensivas, pero en todas estas facetas de lo humano que van desde lo tribal a lo epicúreo hay un nexo de unión: la manada. Ya sean unos simpaticotes tíos del pueblo o unos alebrestados colegas de infancia, son fechas para pasar junto a eso que conocemos como Seres Queridos.

Y sin embargo, ah, no todos lo hacen. Algunas personas se quedan en casa, huyendo de ese vacío protocolario de los rituales canónicos, y mantienen un diálogo con ese otro vacío llamado Google. Solos. Muertos por dentro. Éstas son la búsquedas más impactantes que realizaron los españoles melancólicos en las primeras horas de 2017.

Qué hacer cuando estás solo

Esta búsqueda vivió su pico de popularidad a las 3:03 de la madrugada. ¿Por qué? Nuestro equipo de analistas estadísticos cree que es la hora media en la que la gente suele separarse de sus familias e ir a beber. Después están los que se separan de sus familias y van a la nada. ¿De verdad necesitan que Google les dé un empujoncito para encender la tele, la radio o ver porno? ¿Tal vez esa soledad no se refiere al momento, sino a una soledad existencial mayor? Acaba de empezar un nuevo año: ¿qué debo hacer, Máquina, para gestionar mi patetismo?

¿Imágenes de fin de año?

Los interrogantes son de pura incredulidad. ¿Por qué ibas a querer buscar imágenes de fin de año? Si quieres compartir algún momento de tu nochevieja, ¿no sería más fácil sacarle una foto a tu fiesta? A no ser que esa fiesta no exista, claro. A no ser que estés en casa con Muelas, tu bulldog francés obeso y asmático. A no ser que tus compañeros del curro no paren de enviar selfies de sus juergas en el grupo de WhatAapp y te sientas obligado a corresponderles con una ficción de Google Imágenes. Oh, no, no hagas eso. No hagas… mierda, ¿no podías haber borrado al menos la marca de agua de Dreamstime?

Ramón García

Puede que en pleno siglo XXI utilicemos Internet como una suerte de oráculo deprimente en el que volcar nuestras inseguridades, pero la pantalla que más sigue imantando el cacao emocional de los momentos bajos (como las nocheviejas de bata y pantuflas) sigue siendo la televisión. Para empezar, ¿dónde coño se ha metido Ramón García?

Nadie se acordaba de esa reliquia grimosa hasta el día 31. Es más, como se muestra en la imagen, incluso en el día 31, nadie se acordaba de esa reliquia grimosa hasta apenas unos minutos antes de que empezaran las campanadas. La gente NECESITA a Ramón García para empezar el año. Es como ese peluquero odioso de conversación cuñadil al que sigues yendo por una mezcla de costumbre, miedo a lo desconocido y cierta satisfacción culpable al decir las palabras “como siempre”.

Carlos Baute

Ramón no es la única momia del pasado que resucita en estas fechas (bueno, su caso tiene algo más de mérito, ya que al no dar las uvas ni siquiera resucitó de verdad: sólo en la mente de los telespectadores nostálgicos). Del baúl de los creepy-recuerdos también brotan otros espantos.

Porque sí, un clásico en estas fechas es el zapping deprimente entre gala de fin de año y gala de fin de año. La irrupción de Carlos Baute en la nochevieja de TVE con alaridos caribeños y antichavistas bien valió para que algunos españoles quisieran consultar cómo le va la vida. ¿Necesitará algo? ¿Medicinas, cera de peinado, una nueva ortodoncia? Pobrecito Carlos, siempre tan lleno de salsa.

El amigo checo de José Luis

En la otra punta de la parrilla, la estrella era Martin Czehmester, copresentador junto con Paz Padilla y Joaquín Prat de La noche en Paz, gala de Telecinco producida por José Luis Moreno. Martin es un chico sonriente (y de muy buen ver) que despierta siempre la curiosidad de la audiencia, debido sin duda a su carisma hechicero.

Cristina Pedroche

No, no hemos aprendido nada. Absolutamente nada. Necesitamos seguir discutiendo el vestido de Cristina Pedroche. Necesitamos seguir leyendo los mismos argumentos sobre si sus elecciones textiles son una oda a la libertad o un sometimiento al patriarcado. No nos valió con lo del año anterior. Ni con lo del año anterior al anterior. Queremos más. Queremos que Cristina Pedroche se presente a las primarias del PSOE. Queremos que las gane. Que cambie de modelo en cada mitin. Que a Felipe González le dé un infarto. Que se convierta en presidenta del gobierno. Que Donald Trump la salude. Que acabe con el hambre en el mundo. Vestida de mamarracha. O de diva. O de abuela. O de stripper. O de chándal. O de lo que sea. No nos abandones. Sin ti no somos nada. Sin ti España se rompe.