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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Neutralidad y eficacia

La gestora del PSOE ha hecho hasta hoy un buen trabajo. Queda más por hacer

Reunión de la comisión gestora del PSOE el mes pasado en Madrid.
Reunión de la comisión gestora del PSOE el mes pasado en Madrid.Jaime Villanueva

La comisión gestora elegida el pasado 4 de octubre para dirigir el PSOE tiene todavía ante sí un trabajo tan complicado como importante para el futuro del partido. El equipo que encabeza Javier Fernández asumió sus funciones en un momento dificilísimo, con el socialismo prácticamente partido en dos, tras encadenar varias derrotas electorales históricas y con una dura competencia surgida a su izquierda con Podemos y sus aliados territoriales.

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En este contexto, la gestora cumple ahora con un notable éxito 50 días en los que ha tenido que lidiar con problemas de mucho calado, teniendo que ofrecer soluciones basadas en la responsabilidad y en la neutralidad, manteniendo además el principio de autoridad que le otorga su función. Algo que no siempre es fácil cuando las heridas entre los diversos grupos en litigio siguen abiertas.

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El último ejemplo se ha producido esta misma semana, con la firma del acuerdo de gobierno entre el PNV y el PSE, del que los miembros de la gestora han tenido una información muy escasa durante su negociación e incluso en el momento de la firma. Fernández y su equipo han obviado de forma inteligente ese descuido por parte de los líderes socialistas vascos (que habían estado alineados con el secretario general saliente, Pedro Sánchez) y han apoyado un movimiento que sin duda favorecerá la estabilidad política en el País Vasco y en el conjunto de España.

En Ferraz han valorado que, tradicionalmente, las federaciones socialistas han tenido la capacidad de negociar de forma autónoma con otras fuerzas políticas para formar Gobierno, sin más limitaciones que las fijadas por el comité federal. Así ha sucedido en los últimos meses en comunidades autónomas como Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Valencia, Asturias, Baleares o Aragón y en diversos Ayuntamientos.

La función de la comisión gestora del PSOE es avanzar hacia la organización de un congreso, sin presiones interesadas, al ritmo que requiera el cierre de las heridas abiertas en el partido y la elaboración de un nuevo marco ideológico que ayude a recuperar la posición perdida en los últimos años. Y todo ello sin olvidar que los socialistas tienen que consolidar su papel como primer partido de la oposición. El PSOE es actualmente como un camión de alto tonelaje que tiene que cambiar sus 12 ruedas mientras sigue avanzando por una carretera llena de curvas.

Javier Fernández y su equipo tienen que seguir reforzando su legitimidad día a día, sabiendo que parten de una posición incómoda. Tienen que demostrarse útiles, eficaces y mantener su neutralidad frente a los personalismos e intereses de los distintos grupos que aspiran a ocupar los puestos de responsabilidad en el partido en el próximo congreso.

Es una tarea difícil, pero crucial para el futuro del PSOE. Hasta ahora, la gestora ha acertado al marcar el orden lógico del camino hacia el congreso: primero las ideas y luego las personas. Y también ha acertado a definir un ritmo pausado que impida pasos en falso en un proceso en el que los socialistas no pueden permitirse más errores.

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