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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Cambio urgente en RTVE

La nueva legislatura debe restablecer el consenso para nombrar un presidente de la radio y televisión públicas independiente

El presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, durante una comparecencia en el Senado.
El presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, durante una comparecencia en el Senado.Claudio Álvarez

La regeneración institucional que con tanto énfasis han prometido los grandes partidos en los últimos meses no puede dejar de lado a la radio y la televisión públicas. Unos medios imparciales son síntoma de buena salud democrática, pero cualquiera que sintonice los canales públicos (estatales, autonómicos o locales) podrá comprobar que la independencia y el pluralismo brillan por su ausencia.

Especialmente crítica es la situación de RTVE, gestionada como si fuera la corporación audiovisual del PP. Cambiar la ley para nombrar un presidente afín, como hizo Mariano Rajoy tras llegar al poder en 2011, es impropio de un país occidental. Esta reforma, como se ha visto, ha provocado un rebrote del sectarismo y una caída de la audiencia. Los partidos están en la obligación de alcanzar un pacto de Estado que devuelva a la televisión pública la credibilidad informativa, y pueda así afrontar una programación de calidad y no contaminada por los canales privados, cuyo único objetivo es conseguir audiencia.

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La nueva legislatura debe restablecer de manera urgente el consenso para nombrar un presidente de RTVE independiente, ajeno a los vaivenes electorales, comprometido con la defensa del pluralismo informativo y avalado por una mayoría cualificada del Congreso de los Diputados, como se estableció en la ley de 2006.

Todos los dirigentes políticos (incluido Rajoy) que ponen a la británica BBC como ejemplo a seguir tienen ante sí la oportunidad de transformar RTVE en un medio al servicio de los ciudadanos. Para ello será necesario recuperar el rigor informativo, impulsar una gestión profesional y transparente, abordar la transformación tecnológica para satisfacer los nuevos consumos y contar con una financiación estable y suficiente. Si se desconecta de la sociedad, RTVE corre el riesgo de convertirse en un ente prescindible.

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