Tensión en Río
Soy profesor de la Universidad Estatal de Río de Janeiro. Hace 12 meses que los funcionarios recibimos el sueldo atrasado y parcelado. Los jubilados estuvieron meses sin cobrar. Las consecuencias sobre la salud, seguridad y educación son inmensas. La Universidad no puede mantenerse ni la policía recibe dinero para gasolina. El Gobierno de Río decretó calamidad financiera. La mala administración es ejemplar: exenciones fiscales para grandes empresas suman 37,4 millones de euros. Algunas de esas empresas financiaron la campaña electoral del partido del Gobierno, PMDB, en las elecciones regionales. PMDB desvirtuó la palabra “austeridad”: aumentó las exenciones fiscales a empresas, incluyendo joyerías y una “casa de masajes para hombres”. Las medidas generan protestas que denuncian también el golpe parlamentario que colocó en el Gobierno a Michel Temer, del PMDB. A las protestas se suman estudiantes que están ocupando las escuelas públicas contra las malas condiciones. Trabajadores y estudiantes participaron en una gran manifestación en el centro de Río. Fueron atacados por policías militares que prohibían fotografías. El Gobierno cercó el Parlamento. En medio de esta tensión, los trabajadores repiten: “Finalmente el Gobierno verá a su pueblo detrás de las vallas".— Darío de Sousa e Silva Filho. Río de Janeiro. Brasil.
