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Osos pardos desnutridos en la cordillera Cantábrica por un verano extremadamente seco

Una ONG publica imágenes de varios ejemplares extremadamente delgados

Un oso pardo con síntomas de desnutrición, en la Cordillera Cantábrica.
Un oso pardo con síntomas de desnutrición, en la Cordillera Cantábrica. FAPAS

El pasado verano, extremadamente seco, ha alterado algunos ciclos vitales de la alimentación de los osos. El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS), una ONG que desde hace más de 15 años realiza un seguimiento de la población de oso pardo en la cordillera Cantábrica, ha detectado ejemplares desnutridos, algunos extremadamente delgados, con claros síntomas de caquexia —extrema desnutrición—. Algunos osos se han visto obligados a buscar alimento en zonas de mayor intervención humana. 

Un oso pardo desnutrido, en la Cordillera Cantábrica.
Un oso pardo desnutrido, en la Cordillera Cantábrica.FAPAS

La ONG ha indicado que en algunas áreas de la cordillera este complicado año climatológico ha provocado que especies importantes en la dieta del oso, como son las cerezas, hayan sufrido un fuerte retraso en su maduración. Esto ha empujado a los osos a causar daños en colmenas, en donde buscan alimento proteínico, que obtienen principalmente del consumo de las larvas de las colonias de abejas. Ello, a su vez, ha supuesto la presencia de ejemplares en entornos más humanizados, que es donde los propietarios mantienen sus colmenas. 

Un oso pardo, en la Cordillera Cantábrica.
Un oso pardo, en la Cordillera Cantábrica.FAPAS

La alimentación natural de los osos se basa en la búsqueda de insectos y el consumo de frutas silvestres. La productividad de un fruto de gran valor alimenticio como el arándano ha sido muy irregular, en especial en las áreas medias de los valles de montaña, precisa la ONG en un comunicado en el que explica que esto mismo ha sucedido con avellanos y moras silvestres. 

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Todo esto condiciona tanto el estado físico como el comportamiento del oso. Algunos ejemplares se han visto obligados a ir en búsqueda de alimento a zonas de mayor intervención humana. El despoblamiento rural de las áreas de montaña ofrece una magnífica oportunidad para que los osos encuentren comida en las miles de fincas abandonadas en los entornos de los pueblos. Muchas de ellas mantienen aún viejos frutales: manzanos, perales, cerezos, ciruelos, avellanos e higueras son abundantes. Los osos comienzan a frecuentarlos especialmente cuando, como en este año, se suceden situaciones climáticas adversas que hacen disminuir de manera importante la productividad natural de alimento en las zonas de montaña. 

Pero, además de apuntar a las causas naturales de esta desnutrición, la ONG critica a la Administración asturiana, "que insiste en retirar sistemáticamente los animales muertos en la naturaleza". FAPAS explica que estos cadáveres son parte de "máxima importancia" en la dieta de los osos en determinados momentos, y que a través de su consumo obtienen proteína suficiente y reservas energéticas imprescindibles para una correcta evolución, en especial las hembras acompañadas de crías. 

Comunicado de la Fundación Oso Pardo

La Fundación Oso pardo ha enviado este comunicado a EL PAÍS, que reproducimos íntegramente:

"Ante la noticia emitida por el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) sobre la presencia de osos desnutridos en la Cordillera Cantábrica como consecuencia de un verano extremadamente seco, desde la Fundación Oso Pardo queremos aclarar que en los seguimientos realizados este verano y otoño no hemos observado ningún ejemplar desnutrido y sí muchos osos en aparente excelente estado físico. Es cierto que la cosecha de cerezas y arándanos no ha sido tan abundante como en otros años, pero los osos han sido observados comiendo estos frutos, así como moras, arraclanes y, especialmente pudios, que constituyen un recurso muy importante en el final del verano. Ya estudios de investigadores del CSIC publicados hace una década confirmaron la gran variabilidad interanual en los diferentes recursos alimenticios del oso pardo cantábrico y la importancia decreciente del arándano en la dieta, que va siendo sustituido progresivamente por otros frutos. Por otra parte, las evaluaciones realizadas en los bosques cantábricos confirman que este otoño va a haber una buena cosecha de hayucos, los frutos de las hayas, por lo que los osos dispondrán de un recurso importante y abundante para prepararse para la hibernación y los partos.

De las fotos que presenta Fapas, solamente en un ejemplar joven se aprecian signos aparentes de desnutrición, lo que no es suficiente evidencia para hablar de un problema generalizado de falta de alimento. Tampoco se aporta ninguna otra evidencia contrastada científicamente para afirmar dicha opinión.

Aunque los osos disponen de muchos recursos variados, sobre todo frutos secos y frutos carnosos, sí es cierto que la existencia de carroñas en el campo es un aspecto positivo y que debe favorecerse la disposición de las carroñas de ganado en zonas especialmente habilitadas en el campo, tanto por su importancia para la alimentación del oso y de otras muchas especies de la fauna, como por la mayor facilidad para los ganaderos. Estas acciones ya se contemplan en los borradores de las nuevas estrategias de conservación del oso pardo en la Cordillera Cantábrica y Pirineos, pendientes de aprobación, y en cuya discusión hemos participado los técnicos de la FOP.

La presencia de los osos en el entorno de los pueblos no es algo nuevo, ya que siempre se han acercado a los núcleos rurales para comer frutos en los huertos cercanos o atacar a los colmenares durante la noche, algo que los habitantes de la montaña conocen muy bien y saben como convivir con ello. En un escenario en que la población está creciendo, lo que sucede ahora es la presencia cada vez más frecuente de algunos ejemplares jóvenes sin miedo al hombre que se acercan a los pueblos en pleno día o con gente cerca, y ese es un problema serio que puede conducir a la aparición de "osos habituados" y "osos problemáticos" y que debe ser abordado con eficacia y rapidez por las administraciones.

Como siempre, insistimos en que estos temas han de ser abordados con rigor, con suficientes evidencias científicas y evitando polémicas estériles".

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