Miedos y tradiciones
Cualquier aprendiz de político sabe que el miedo agrupa, aglutina, cohesiona. Que crear un enemigo une al grupo y elimina discrepancias. Por ello, los nacionalismos funcionan mucho mejor cuando identifican claramente al enemigo: la inmigración en el caso de Trump; el “España nos roba” en Cataluña. El miedo hace que la gente regrese a las esencias, a lo conocido, y busque apoyo en su núcleo natural y en sus tradiciones. Esto y la esperanza de la patria común provoca un relato fantasioso que genera muchas expectativas, y un sueño por el que salir de la rutina. Es un contrasentido: para alcanzar la libertad común, la patria, el individuo tiene que perder su libertad. Preso de sus tradiciones y por los suyos.— Joaquín Gismero Brís. Torrejón de Ardoz (Madrid).