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Porque lo digo yo
Columna
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Warren

Como suele ocurrir con las amistades entre hombres, Cave y Warren apenas hablan. Su comunicación se reduce a un cruce constante de chistes malos

One More Time With Feeling
One More Time With Feeling

La nueva película del músico Nick Cave no será un taquillazo: One More Time With Feeling es un documental en blanco y negro sobre la grabación de su disco más complejo. Por si fuera poco, se grabó tras la muerte de su hijo de quince años, que cayó de un acantilado. Pura alegría.

Sin embargo, sale Warren. Warren Ellis es el miembro más extraño de los Bad Seeds, la banda de Cave. Tiene aspecto de duende barbudo y vive en una cabaña como de gnomo. No toca un instrumento en concreto. Solo manipula aparatos raros, como violines de latón, pedales y organitos para niños. En los conciertos, lo ponen un rincón donde hace sus cosas. Él parece contento.

Como suele ocurrir con las amistades entre hombres, Cave y Warren apenas hablan. Su comunicación se reduce a un cruce constante de chistes malos. Jamás hacen mención a temas personales.

Cuando se reúnen -más bien se encierran-, Cave lleva sus ideas: acordes de piano, melodías de voz y poemas sobre velas en las ventanas y amantes desaparecidas. Warren juega con ellas y les añade sus propios delirios sonoros. En algún punto, después de hacer bulla durante días y meses, esa masa informe se convierte en una hermosa canción de amor oscuro.

Tras la muerte del hijo de Cave, hicieron eso mismo. Y lo filmaron. El documental One More Time With Feeling es un luminoso retrato de la amistad masculina. Porque cuando estás triste, tus verdaderos amigos no te dicen nada inteligente, ni solucionan nada: solo hacen ruidos contigo sin ton ni son, con piedras, palos y latas de cerveza. Y así, como los hechiceros, disipan las nubes.

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