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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Batería monetaria ‘anti-Brexit’

El Banco de Inglaterra hace bien en prevenir cualquier riesgo de recesión

Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra
Mark Carney, gobernador del Banco de InglaterraEFE

El Banco de Inglaterra ha decidido actuar con firmeza para mitigar los daños económicos del Brexit. Las tres baterías monetarias principales anunciadas consisten en bajar los tipos en el área de la libra desde el 0,50% al 0,25% con expectativas de situarlos en cero en caso de que sea necesario; disponer de 170.000 millones de libras (200.000 millones de euros) para comprar bonos del tesoro británico y poner a disposición de la banca hasta 100.000 millones de libras a tipos prácticamente idénticos a los oficiales para que financien el mercado. Casi todos los estímulos económicos que se pueden comprar con la política monetaria están sobre la mesa en Londres.

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El Banco de Inglaterra hace bien en prevenir con instrumentos monetarios cualquier riesgo o sombra de recesión que se cierna sobre Reino Unido después de la decisión política de abandonar la Unión. El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, despejó las amenazas de recesión cuando anunció la cadena de decisiones, pero lo cierto es que si se evita la recesión será precisamente porque se dota a los mercados de la liquidez necesaria y los agentes económicos toman nota de que las autoridades no aceptarán un estancamiento o desaceleración por negligencia en el diagnóstico. Así que Carney lo que en realidad está haciendo es trabajar para que se cumpla su profecía.

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Lo que debe quedar claro es que si bien las medidas monetarias beneficiarán a la dinámica comercial e industrial, el Brexit causará daños al PIB británico. Se trata de minimizarlos. El crecimiento se resentirá y ya empiezan a notarse las consecuencias de la disminución de los flujos comerciales y de capitales. Tampoco hay que olvidar que la política monetaria tiene sus límites; no hay más que comprobar el escuálido crecimiento de la zona euro y las dificultades para atajar el riesgo deflacionista para darse cuenta de ello. Carney ha cumplido; ahora se espera a la nueva Premier.

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