Polémica en el homenaje a los caídos de Verdún
Anulado el concierto de un cantante tachado de racista que iba a cerrar los actos del centenario
El municipio de Verdún conserva todavía abiertas las heridas de la trágica, larga y simbólica batalla de 1916 que lleva su nombre. Sus alrededores conservan casi intactos kilómetros de trincheras y los escenarios más atroces en los que murieron 300.000 soldados. Cien años después, Francia y Alemania rendirán homenaje a las víctimas en un nuevo acto de reconciliación. El próximo domingo la canciller Angela Merkel y el presidente francés, François Hollande, oficiarán la ceremonia.
Pero en Francia, de momento, la historia que suscita el interés y que está empañando tan noble proyecto lo protagoniza el rapero Black M, un parisino de origen guineano tachado de racista y homófobo. El Ayuntamiento de Verdún le contrató para que 4.000 jóvenes franceses y alemanes terminaran los fastos de manera festiva en este pueblo próximo a la frontera germana. Las protestas de la derecha y, sobre todo, de la extrema derecha han llevado al alcalde de la ciudad, el socialista Samuel Hazard, a anular el concierto.
Black M era ya polémico antes de Verdún. Algunas radios belgas lo boicotearon el año pasado por llamar a los judíos youpins (palabra despectiva). Trata a Francia de país de kouffards (infieles) y ha cantado por que llegue el fin de los “maricones”. La presidenta del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, calificó su elección para el concierto de Verdún de “indecente” y la dirigente de la misma formación Marion Marechal-Le Pen obtuvo un gran eco en las redes al pedir que se anulara. Pero también en la derecha ha habido reacciones airadas contra el proyecto y el favorito para las primarias de Los Republicanos, el ex primer ministro Alain Juppé, ha recordado que Verdún fue una terrible tragedia y que los muertos de ambos bandos “tienen derecho al silencio y al recogimiento, no a un concierto de rap”.
Desde el Gobierno socialista de Hollande se deplora la cancelación. “No es la primera vez que la autocensura sucede a estos golpes de fuerza inaceptables”, ha dicho la ministra de Cultura, Audrey Azoulay.