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Tentaciones
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El escritor que 'odia' a los viejos

Frédéric Beigbeder, que acaba de publicar 'Oona y Salinger', confiesa que tiene pánico a las personas mayores. ¿La razón? Ya tiene 50 años. Nos ha contado esta y otras fobias.

Usa las armas del marketing para escribir frases memorables –las utilizó en contra de la propia publicidad en la novela 13,99 euros– y cruzarse con él es arriesgase a salir en uno de sus libros –su padre aún no le ha perdonado que le pusiera diez kilos de más en Una novela francesa–. Todo esto nos lo cuenta el propio Frédéric Beigbeder antes de reafirmarse como gerontófobo. Es decir, que tiene pánico a las personas mayores. El escritor francés acaba de rebasar la barrera de los 50 años, a lo mejor eso tiene algo que ver. Mientras, combate su fobia saliendo con una chica a la que dobla la edad, ejerciendo de DJ de forma eventual ("Me encanta imponer mis discos favoritos a la gente. Soy un dictador musical", confiesa), y escribiendo sobre amores adolescentes en su último título publicado por Anagrama, Oona y Salinger.

Portada de Oona y Salinger
Portada de Oona y SalingerAnagrama

"Cuando supe que J. D. Salinger y la que acabaría siendo esposa de Chaplin habían tenido una relación sentimental, que terminó cuando el escritor, con el corazón roto, se fue a la guerra, pensé que tenía que haberse publicado algún libro sobre el tema. Y, si no existía, alguien tenía que escribirlo", recuerda. En esta ocasión, Beigbeder ha reunido todos los ingredientes para atrapar ya no solo a sus incondicionales, sino también a los del misántropo autor de El guardián entre el centeno.

"Leí esa novela con 15 años y tuve la sensación de que alguien me había espiado y había transformado mis problemas en palabras", confiesa, inmediatamente antes de jactarse de haber causado él un efecto similar en sus lectores con El amor dura tres años. "Aquel libro me convirtió sin quererlo en una especie de consejero conyugal", bromea.

Además de con Oona y Salinger, Beigbeder también apela a la nostalgia ejerciendo desde 2013 como director de la renacida revista para adultos Lui. "Estamos haciendo algo elegante, divertido y sexy con Lui. Su éxito creo que se debe al gusto por lo vintage de los franceses, porque la cabecera es realmente mítica en mi país. Yo la leía de adolescente. Como a Salinger".

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