¿La alternativa?
Durante toda la campaña electoral y muy singularmente en las ruedas de prensa de los nuevos líderes políticos, se utiliza un lenguaje premeditadamente orientado a minar las bases del sistema democrático actual. Palabras como “proceso constituyente”, “régimen”, “partidos viejos”, “búnker”, “ciudadano Felipe de Borbón sin legitimidad democrática” menoscaban un sistema que nuestros abuelos y padres decidieron construir en base al perdón y la ambición de construir una nueva sociedad mejor para sus hijos. La historia muestra en el siglo XX ejemplos de movimientos de extrema derecha e izquierda que decidieron minar las bases de los Estados democráticos bajo la bandera de una presunta sociedad más justa. ¿El resultado? Algunas de las dictaduras más salvajes, duraderas y elitistas que han pervivido durante el siglo pasado y que todavía existen hoy. Cuando se martillean los cimientos de nuestro sistema democrático, ¿en aras de qué nuevo modelo se justifica dicha agresión?, ¿en qué forma política están pensando estos nuevos líderes? En algún momento deberían volver a poner las cartas sobre la mesa, como hacían antes de las elecciones europeas.— Carlos Alberto Espinosa Fernández.