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En el ‘backstage’ del desfile de Victoria’s Secret

Casi medio centenar de modelos y más de 40 peluqueros y maquilladores participan en el show más famoso y lucrativo, que celebra este año su edición número 20

Gigi Hadid y Kendall Jenner. / D. DIPASUPIL (FILMMAGIC)Foto: atlas | Vídeo: Atlas

47 modelos en batines de raso rosa corren de un lado a otro en una gran sala en el Regiment Armory, un antiguo arsenal militar de Manhattan que en la tarde del martes 10 se convirtió en el escenario del desfile de lencería más mediático y lucrativo del mundo, el Victoria’s Secret Fashion Show. Por la mañana, en esa sala que servía de backstage, acorde con el lugar, la escena era como contemplar a un ejército de Ángeles en distintas fases de preparación, perseguidas por un batallón de peluqueros y maquilladores, “unos 40 en total”, y por un pelotón de periodistas que intentaban conseguir declaraciones y fotos de las protagonistas de la vigésima edición del espectáculo.

Dos veces se grabó el famoso desfile que se emitirá en 185 países el día 8 de diciembre y en el que las Ángeles oficiales y las que lo son por un día, como las modelos del momento Kendall Jenner y Gigi Hadid, pasearon al ritmo de las actuaciones en directo de The Weeknd, Ellie Goulding y Selena Gómez. La californiana Lily Aldridge fue la encargada de abrir el espectáculo llevando puesto el sujetador valorado en dos millones de dólares creado por Mouawad. “Ése es el momento en el que sientes de verdad que eres un Ángel de Victoria: cuando llegas al final de la pasarela”, contaba a EL PAÍS la modelo horas antes, cuando corría de peluquería al espray bronceador.

La cita para todas las modelos era a las ocho y media de la mañana. Peluqueros, maquilladores y parte del equipo de producción las esperaba desde las siete y media para encarar una jornada de 12 horas hasta que la última grabación a las ocho de la tarde se pusiera en marcha. Maquillaje y peluquería es sólo el último retoque de un trabajo de meses que hay detrás de los sujetadores y piezas de lencería llenas de plumas y joyería. En mayo comenzó a colaborar el diseñador parisino Serkan Cura con Victoria’s Secret en la creación de las prendas más especiales, como el corpiño de colores y 90 mil cristales colgantes de Swarowski que acabó luciendo la Ángel americana, Martha Hunt.

“Ni el maquillaje ni el pelo pueden robar protagonismo a las modelos y la lencería”, dice Dick Page, el director de maquillaje en su tercer desfile para Victoria’s Secret. “Este año lo hemos aligerado aún más, queremos que sea muy fresco y natural. Todo el mundo luce mejor cuanto menos maquillaje lleve. Tenemos una habitación llena de chicas, y mucha diversidad, que está muy bien, y queremos que parezca que todas tengan algo en común, y al mismo tiempo mantengan su particularidad”.

En efecto, la vigésima edición del desfile de Victoria’s Secret es una de las que mayor diversidad tendrá en cuanto a variedad de razas y nacionalidades. “Me gusta ser un ejemplo a seguir para muchas chicas y mujeres y continuar representando a las latinas que le ponemos un poco de picante a esto”, decía una de las Ángeles más veteranas, la brasileña Alessandra Ambrosio, segundos antes de pasar a probarse las primeras prendas antes del desfile.

Gigi Hadid y Maria Borges.
Gigi Hadid y Maria Borges.Kevin Mazur (WireImage)

Mientras, en el otro lado de la sala, Gigi Hadid y Kendall Jenner acaparan toda la atención de la prensa convocada, haciéndose más fotos ellas mismas para sus redes sociales que las que les da tiempo a dispar a los fotógrafos profesionales. Sin Doutzen Kroes o Karlie Kloss ya entre las filas de la marca de lencería, las dos supermodelos amigas de Taylor Swift son la guinda de un desfile que la revista Forbes ha valorado en 50 millones de dólares (46,6 millones de euros) a partir de la suma aproximada de los sueldos del ejército de 47 Ángeles.

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