Acogida ciudadana
El asilo es un derecho y es muy loable la voluntad de acogida ciudadana. Pero una acogida que beneficie a medio y largo plazo a los refugiados y a la sociedad que los recibe exige medios y estructuras competentes. Tendríamos que estudiar lo que se hace en algunos países europeos. Por ejemplo: entenderlos y que ellos entiendan el país de llegada; una acertada acogida escolar; apoyo lingüístico y cursos sobre la cultura y los valores de la sociedad en que aspiran a vivir; evaluación, orientación profesional e inserción laboral; atención a las mujeres y sus particulares dificultades; atención a los menores que llegan solos; reagrupación familiar; alojamiento digno y prevención de guetos y delincuencia (en especial la juvenil); libertad religiosa bien entendida, con la colaboración de sus líderes religiosos en el contexto de un Estado no es confesional. No nos engañemos, tal como están sus países de origen, casi todos vienen para quedarse. Que el éxito sea mutuo se consigue no con emociones, sino con medios y competencia integradora. Con políticas de largo aliento y no impulsos de un momento. Ellos y nosotros tenemos mucho que ganar si lo hacemos bien.— R. Puig de la Bellacasa.