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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Alianzas para mejorar la sociedad

La colaboración entre ONG y empresas es una eficaz manera de responder a los desafíos sociales y medioambientales de la actualidad

Publicidad del Trailwalker que organizan Oxfam y DKV.
Publicidad del Trailwalker que organizan Oxfam y DKV.Oxfam

Un hecho positivo, cuya constatación es remarcable: se está incrementando la colaboración entre ONG y empresas. Esta simbiosis resulta una eficaz manera de dar respuesta a los diversos desafíos sociales y medioambientales de la actualidad. Debemos afrontarlos decididamente, ya que se trata de un momento de grave desequilibrio entre las necesidades y los recursos disponibles para abordarlas.

Todo apunta a que, si el sector empresarial avanza de forma significativa en la aplicación de buenas políticas y prácticas de responsabilidad social, aumentarán los acuerdos de colaboración. En estos casos, las ONG verán a las empresas como aliadas para las causas que impulsan.

Explicaremos un claro ejemplo de ello: en el marco del Programa Esade-PwC de Liderazgo Social, durante el curso 2014-15, hemos analizado aquellos tipos de colaboraciones entre ONG y empresas que destacan por su gran impacto social.

El objetivo de la investigación, realizada por Sira Abenoza, María Sureda y yo mismo, del Instituto de Innovación Social de Esade con la colaboración de la fundación PwC, ha sido identificar de qué tipo y cómo tienen que ser estas relaciones intersectoriales para conseguir que los resultados beneficien lo máximo posible a la sociedad y, al mismo tiempo, aporten ventajas a las entidades que las impulsan.

Las tipologías de las alianzas son diversas, pero hemos podido identificar una serie común de factores clave de éxito. De todos ellos, subrayaríamos el reconocimiento de la ventaja competitiva generada a través de la coalición por parte de todos sus socios; el respeto mutuo entre los participantes y la generación de confianza en relación a su compromiso; la definición de roles claros y vías de comunicación fluidas, así como el sentido de copropiedad de la alianza.

Cada socio de la alianza debe pensar en las necesidades del otro

Un primer tipo de colaboraciones empresas-ONG con alto impacto social son aquellas alianzas que duran en el tiempo, sabiéndose renovar de forma periódica. Ejemplo paradigmático es la colaboración entre Oxfam Intermon y DKV que, a lo largo de dos décadas, ha permitido diversas mejoras. Por un lado, ha facilitado la ampliación de los programas de la ONG; por otro lado, ha contribuido a aumentar socios e ingresos económicos, a la vez que ha propiciado el lanzamiento de proyectos conjuntos innovadores y ha facilitado el fortalecimiento de la RSE de la compañía.

Entre ellos destaca la Trailwalker, una iniciativa deportiva y solidaria con el lema "Mis kilómetros cambian vidas. Un total de 518 equipos de seis personas han participado este año en la 5ª edición en España, que incluye los recorridos de 100 km de la sierra de Madrid y de la ruta verde de Girona. Se han recaudado casi 1.100.000 euros en donativos para los más de 400 proyectos que Oxfam Intermón tiene en todo el mundo

Un aspecto fundamental para que estas relaciones se renueven y así permitan conseguir un impacto social creciente es lo que llamamos el círculo virtuoso de la relación. Para recibir más hay que dar más. Esto exige que cada socio de la alianza piense en las necesidades del otro y en cómo puede devolver enriquecido el valor recibido.

Un segundo tipo de colaboraciones a destacar son las que permiten mejorar la calidad de la intervención social mediante la conjunción de competencias complementarias. Una muestra la tenemos en la puesta en marcha de la escuela de hostelería y del restaurante D´ins. Se trata de una exitosa iniciativa de la fundación Formació i Treball especializada en la formación e inserción laboral de personas en situación de vulnerabilidad en colaboración con Áreas, empresa con una importantísima presencia en el sector de la restauración.

La colaboración entre Formacio i Treball y Áreas ha permitido formar a 368 personas en 18 meses

Gracias a la conjunción de la experiencia social de la ONG, con el conocimiento técnico de la hostelería por parte de la empresa, se consiguió diseñar y poner en marcha en poco tiempo un proyecto muy práctico. El reto principal era conseguir que los estudiantes, que no tenían ningún conocimiento previo sobre el oficio, lograran implicarse en el trabajo operativo ya en la segunda semana. Para ello, el restaurante era clave. Así como se estimó muy importante diseñar un buen manual de acogida e incluir en el proceso formativo la figura del tutor: la persona que haría de guía durante todo el período de la formación, incluyendo la fase de prácticas laborales.

Durante los primeros 18 meses del programa, la colaboración ha permitido formar a 368 personas, de las cuales 295 han sido calificadas como aptas para ser contratadas. Se ha conseguido insertar a 130 personas en la empresa ordinaria; nueve personas están empleadas por la empresa de inserción y 34 más han conseguido contrataciones cortas. Por su parte, se han servido más de 20.000 menús en el Restaurante Díns, además de 8.000 servicios de catering externos.

La generación de innovación social mediante las colaboraciones ONG-empresa es otra forma de cooperación que tiene gran repercusión social. Es el caso de la alianza entre la Cruz Roja y Vodafone centrada en el desarrollo del uso tecnológico para la atención integral de las personas de edad avanzada, personas con dependencia y mujeres víctimas de la violencia de género. Una alianza que cristalizó en la constitución de la fundación Tecnologías Sociales (Tecsos), promovida por las dos entidades, y con una larga trayectoria en aportar soluciones que fomentan la autonomía personal de los colectivos citados.

La generación de innovación social mediante las colaboraciones ONG-empresa es otra forma de cooperación con gran repercusión 

El acuerdo de creación de la Fundación fue fácil. Las dificultades llegaron en el momento de la implementación. Después del fracaso del diseño de un dispositivo, se fijó que el rumbo de la Fundación debía ser marcado por la necesidad de los usuarios y no por la tecnología existente. A partir de ese momento, todo dispositivo creado debería dar respuesta afirmativa a tres cuestiones: que existiera ya en el mercado una tecnología que funcionara y que sólo requiriera ser adaptada; que fuera una solución sostenible económicamente y que, a su vez, pudiera ser disfrutada por las personas de menos recursos económicos.

Tanto para Vodafone como para Cruz Roja lo más importante en este proyecto es el impacto social. El compromiso de la ONG y de la empresa fue el de financiar a partes iguales esta fundación para que pudiera desarrollar la innovación tecnológica y el prototipo de nuevos productos que aportaran soluciones, hacer una prueba social y tecnológica de cada uno de ellos y por último plantear cómo puede ser la sostenibilidad de cada proyecto. A partir de ese momento, Tecsos, mediante un enfoque de innovación open source, deja en manos de otros desarrolladores la implementación.

Por último, también se han demostrado especialmente eficaces aquellas formas de colaboración dirigidas a cambiar las reglas de juego de un sector de actividad. Nos referimos a alianzas de múltiples y diversos actores como la del Forest Stewardship Council (FSC) para el sector forestal o la Global Reporting Initiative (GRI) para la rendición de resultados sobre la RSE o el movimiento que promueve el comercio justo. Se establecen para erradicar prácticas que violan derechos fundamentales y deterioran el medio ambiente. En todas estas alianzas tanto empresas como ONG tienen un papel muy determinante.

Ignasi Carreras es director del Instituto de Innovación Social de ESADE Business and Law School.

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