Derribando muros
El anuncio en enero pasado de que se restablecerían las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, rotas hace 54 años, va haciéndose realidad. La apertura de embajadas en uno y otro país es el primer paso para un entendimiento entre ambos Gobiernos. Si la razón que los mueve es principalmente la de intereses económicos o de imagen ante el mundo, y no la búsqueda de un respeto a los derechos y a la dignidad de las personas, todo quedará en simples actos de protocolo.
Hay todavía mucho camino que recorrer, muchas horas de negociación para acercar posturas, pero con buena voluntad se podrá llegar a buen puerto. Quiero ser optimista por el bien de mis hermanos cubanos; además, sería un ejemplo para tantos países sumidos en guerras que sólo llevan al sufrimiento y a la destrucción.— Lourdes Camps.