Referéndum en Grecia
El domingo los helenos decidieron su futuro, no sé todavía si con la razón o con el corazón. Pero estos son los datos: han ganado el no y Tsipras. Ha ganado un Varoufakis que se ha dejado primero la piel y después el puesto por su pueblo, el pueblo que fue cuna de la democracia y que la sigue alimentando. Pese a todo ello, duele no estar seguro de saber quién ha ganado este último pulso en el continente. Si Grecia o una Europa de la que cada día me cuesta más sentirme partícipe. De cierta manera me he sentido ganadora, me siento. Porque sea cual sea el resultado, lo conseguido o lo que aún quede por lograr, una vez más ha ganado la más justa democracia. Esa, de la que tantos rehuyen y a la que otros muchos pedimos permiso para permanecer a su lado.— Mara Senra Rivas. Pontevedra.
Todos vemos lo que está pasando en el país heleno y sentimos miedo, pues aunque los datos dicen que la recuperación se inicia, en la calle esta es apenas visible. España no es Grecia, pero si en los comicios que han pasado y que se acercan no sabemos diferenciar a los vendehumos de la auténtica renovación política, y con esto no me posiciono a favor de ningún partido, debemos saber elegir lo mejor para España y no pensar en el beneficio individual. El corralito atemoriza y, aunque nos digan que nunca corrimos el riesgo de caer, actualmente estamos pagando un rescate bancario. No tiene sentido que con nosotros fueran poco flexibles, y ahora con Grecia, que se niega a hacer las mismas reformas que hemos tenido que soportar, sean tan poco estrictos.— Pablo Ramírez Hernández. Salamanca.
