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Jonathan Rhys Meyers pide perdón por su recaída en el alcohol

Tras publicarse sus imágenes bebido por las calles de Londres, el actor de ‘Los Tudor’ asegura que ha sido una leve recaída

El actor Jonathan Rhys-Meyers.
El actor Jonathan Rhys-Meyers.Cordon Press

Las alarmas saltaron hace menos de dos semanas: el actor Jonathan Rhys Meyers paseaba por las calles de Londres con aspecto de absoluta dejadez –despeinado, con manchas en su camiseta y la bragueta desabrochada- y, lo más importante, con una botella de vodka en la mano –y otra en una bolsa de plástico- y evidentes síntomas de embriaguez. Unas fotografías que impactaron por sus conocidos (y reconocidos) problemas con el alcohol, que el intérprete arrastra desde hace una década y que ya le han llevado varias veces a un centro de desintoxicación. Ante la alarma de sus seguidores y los titulares que las imágenes generaron, ahora el actor de películas como Match Point y reconocido por su papel en la serie Los Tudor, ha hablado.

El intérprete ha querido pedir disculpas a través de la cuenta de Instagram de su novia, la actriz y productora Mara Lane. “Mara y yo os agradecemos vuestro apoyo y amabilidad durante este tiempo. Pido perdón por tener una pequeña recaída y espero que la gente no piense demasiado mal de mí. He parado de beber inmediatamente y no tiene nada que ver con Damascus Cover porque yo no tenía previsto ir a Cannes este año y pido perdón a mis fans y a mis compañeros”. El actor, de 37 años, se refiere a que pocos días después de la publicación de sus comentadas imágenes se presentaba en el festival de Cannes su nueva película, y la estrella no hacía acto de presencia en la alfombra roja.

Pido perdón por tener una pequeña recaída y espero que la gente no piense demasiado mal de mí"

En sus declaraciones de arrepentimiento justifica su deteriorado aspecto y también asegura que ya está de nuevo tratando de arreglar sus problemas con la bebida. “Estoy en el camino, y agradezco todos los buenos deseos y me disculpo por mi aspecto desaliñado, estaba de camino a casa tras salir de la de unos amigos sin tener ropa para cambiarme. Creo que he cometido un error y me siento avergonzado, pero esto fue solo un incidente leve en mi recuperación, además estoy llevando una vida saludable”.

Considerado uno de los galanes del cine británico desde que saltó a la fama en 2002 con la película Quiero ser como Beckham, el irlandés ha lidiado con sus problemas con el alcohol, que le han llevado a entrar varias veces en un centro de desintoxicación e incluso a tener problemas con la justicia. Fue vetado en un vuelo del aeropuerto JFK de Nueva York por aparecer borracho e incluso arrestado en 2007 en el de Dublín por los mismos motivos, escena que se repetiría dos años después por agredir a un camarero en el aeropuerto Charles de Gaulle (París). Sus problemas se agravaron en 2007 con la muerte de su madre. “Nunca pensé en beber hasta que murió mi madre. Ni siquiera bebía hasta que no cumplí los 25. Estaba en Tailandia grabando, estaba un poco solo y empecé a beber”, declaraba ese mismo año en una entrevista al Daily Mail.

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