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No es un gatillazo, es un síntoma

No es siempre cuestión de nervios o estrés. A veces un caso de disfunción erectil es un indicio de un problema mayor

Los políticos birtánicos Herbert Morrison y W. Hamling se estrechan la mano durante unas elecciones de 1955
Los políticos birtánicos Herbert Morrison y W. Hamling se estrechan la mano durante unas elecciones de 1955Dennis Oulds (Getty)

Ante el muy común problema de un miembro que permanece inerte pese a las órdenes del cerebro de lo contrario está la todavía más común respuesta de "Es la primera vez que me pasa". Cuando es mentira, se trata de toda una reflexión en sociología, sobre el estigma del hombre incapaz de cumplir sexualmente, y sobre cuánto del orgullo masculino hay en el acto sexual. Pero cuando es verdad, es una pista fundamental para diferenciar si se ha sufrido un gatillazo o si se sufre disfunción eréctil.

Más de dos millones y medio de varones españoles padecen disfunción eréctil, según el Atlas de la Disfunción Eréctil en España: el 18,9% de los hombres entre 25 y 70 años

¿Cuál es la diferencia entre los dos términos? Ambos hacen referencia a lo mismo, la diferencia la marca el número de veces que se produce. Lo explica Carlos Hernández, jefe del servicio de urología del Hospital Gregorio Marañón: “El gatillazo es la manera coloquial de hablar de disfunción eréctil. Ambos son la imposibilidad o la dificultad de tener una erección para mantener una relación sexual satisfactoria por ambas partes. Comúnmente se suele denominar gatillazo cuando esa pérdida de erección es algo puntual y disfunción eréctil cuando esa situación es frecuente”.

Con el paso de los años puede ser más difícil que la sangre llegue a las arterias más finas del organismo, algunas de las cuales están en esta zona, y que eso conlleve este efecto Carlos Hernández, jefe del servicio de urología del Hospital Gregorio Marañón

Más de dos millones y medio de varones españoles padecen disfunción eréctil, según el Atlas de la Disfunción Eréctil en España, realizado por la Asociación Española de Andrología, Medicina Sexual y Reproductiva. Es decir, el 18,9% de los hombres entre 25 y 70 años. El doctor Rafael Prieto, presidente de la asociación, valora la cifra: "El dato, comparado con otras enfermedades, es elevado. Por encima de los 50 años, casi la mitad de varones presenta algún grado de disfunción eréctil".

Pero parece que a los españoles les cuesta ir a la consulta del urólogo. Al menos es lo que refleja un estudio elaborado por la compañía American Medical System. Según este trabajo, realizado con una muestra de mil personas, cuatro de cada 10 hombres españoles mayores de 45 años (el 43,9%) no han ido nunca a la consulta de estos especialistas. El 51% de los que sí ha ido alguna vez al urólogo afirma que lo ha hecho a raíz de revisiones periódicas con su especialista. Y tres de cada diez encuestados que han acudido a las consultas lo han hecho por problemas a la hora de orinar, bien sea por dificultades en la micción o por incontinencia.

Diabetes e hipertensión, posibles causas

Juan Ignacio Martínez Salamanca, urólogo del hospital universitario Puerta de Hierro de Majadahonda recuerda que hace poco más de una década, la disfunción eréctil se consideraba una enfermedad psicológica. Sin embargo, hoy en día se ha avanzado en este terreno: “Ahora ya se dice que un enfermo que tiene problemas de disfunción es un enfermo con patología vascular hasta que se demuestre lo contrario”.

Ahora ya se dice que un enfermo que tiene problemas de disfunción es un enfermo con patología vascular hasta que se demuestre lo contrario Juan Ignacio Martínez Salamanca, urólogo del hospital universitario Puerta de Hierro de Majadahonda

Cuando el empeoramiento de la erección ya se produce en la mayor parte de las erecciones, generalmente hay algo que el urólogo tiene que investigar. “Hay muchos orígenes de la disfunción eréctil, como el sedentarismo, el estrés, tener baja la testosterona o como consecuencia de otros tratamientos. Pero en términos generales, fundamentalmente se asienta en cuatro pilares: diabetes, hipertensión arterial, colesterolemia y tabaquismo”, informa Martínez Salamanca. Es decir, los mismos pilares de la enfermedad vascular. Y la califica como un síntoma centinela: “Un paciente con disfunción eréctil puede tener otras enfermedades que no hemos diagnosticado porque, por ejemplo, tener colesterol no duele. Para el especialista, detectar la disfunción es una gran oportunidad de actuar y de descubrir qué puede estar pasando en el organismo”.

En ocasiones también puede deberse a la edad. “Con el paso de los años puede ser más difícil que la sangre llegue a las arterias más finas del organismo, algunas de las cuales están en esta zona, y que eso conlleve este efecto”, añade el doctor Carlos Hernández.

Cómo combatirla

En términos generales, fundamentalmente se asienta en cuatro pilares: diabetes, hipertensión arterial, colesterolemia y tabaquismo

Los expertos concuerdan que lo primero que hay que cambiar es el estilo de vida: hacer más ejercicio físico, comer sano, dedicar más tiempo a las relaciones sexuales, disminuir el estrés y el tabaco. Si con eso no es suficiente entonces se procederá a seguir el tratamiento indicado por el médico.

Acudir a la consulta del especialista es fundamental. Sostiene Hernández: “Hace dos décadas había pocas alternativas de tratamiento pero hoy conocemos mejor por qué aparece y tenemos tratamientos para mejorarlo o curarlo”.

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