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3.500 Millones
Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez
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Nepal depende de ti

Dos niños en el campo de refugiados de Tundinkhel

Hoy salimos tarde porque hemos dudado mucho con que tema abrir el blog. Pero al final no queda mucha elección, el tema con el que todos los medios deberían estar abriendo hoy es Nepal, una de las mayores catástrofes humanitarias de los últimos años.

Aunque las cifras oficiales solo confirman a día de hoy unos 5.000 muertos, el gobierno Nepalí ya ha estimado más de 10.000. Pero, no lo duden, serán muchos más. El país está colapsado, y la mayoría de las zonas no son accesibles. Es imposible saber cuál es la situación de la población fuera de las zonas urbanas.

¡El terremoto duró más de 20 minutos y lleva más de 66 replicas! Toda la población y los escasos equipos de rescate que han conseguido llegar tienen que dormir a la intemperie para evitar sufrir las consecuencias de alguna nueva replica.

No hay carreteras, no hay agua, no hay luz, no hay comida. Los que han conseguido sobrevivir corren ahora el riesgo de morir si no son rescatados pronto. Pero los rescates son imposibles por la falta de acceso de los equipos.

En estos momentos no hay casi medios de comunicación fuera de Katmandú. Como lo que no se cuenta no existe, estamos invadidos por las mismas imágenes que llevan 5 días rulando por periódicos, teles y redes sociales. Pero esas no son las imágenes reales de la catástrofe que todavía están por llegar cuando los medios consigan acceder a las zonas fuera del radio de Katmandú. Un equipo de Oxfam llegó ayer a la zona de Gorkha y nos confirman que el grado de destrucción es de más del 70 por ciento… una barbaridad.

Se está acercando la temporada de lluvias que empieza oficialmente en junio. Llueve a menudo, no torrencialmente pero lo suficiente para que todos los habitantes que están durmiendo a cielo abierto acaben calados. Las enfermedades con la lluvia se multiplican y el riesgo de epidemias está a la vuelta de la esquina.

Todo lo que acabo de contar no dice mucho, lo sé. Son imágenes amplias que sin historias no consiguen emocionar. Eso les falta a los medios, esas historias que nos dan una dimensión humana de la catástrofe. Así que les voy a contar la que yo llevo viviendo dos días. Ayer se puso en contacto con nosotros una chica francesa que había pasado el verano trabajando de voluntaria en un orfanato situado a 6 horas por carretera de Katmandú. Había conseguido entrar en contacto con el director del orfanato que le había dicho que el edificio se había derrumbado todo y que estaban durmiendo todos en el patio. Que no tenían agua ni comida. Que por favor mandara ayuda urgente. 40 niños de edades entre 3 y 15 años llevan 5 días durmiendo en el patio, sin tiendas ni recursos. A ellos se han unido 50 vecinos de la zona. Si no reciben ayuda inmediata morirán…Y nosotros no podemos hacer nada. La zona está fuera de nuestra capacidad de acceso. Estamos intentando que se dirijan a alguno de los 16 campos que ha habilitado el gobierno en los que se pueden encontrar tiendas y agua. Igualmente están intentando ponerse en contacto con los servicios de emergencia de Naciones Unidas que son los que están llevando a cabo este tipo de labores de rescate.

Me niego a aceptar que vamos a ser testigos en directo de la muerte por abandono de 40 niños. Que tremenda situación la de tener acceso a la información pero no poder llegar físicamente hasta las personas.

Y, mientras, en Oxfam seguimos dejándonos la piel para hacer llegar toda la ayuda humanitaria que podemos. En los dos últimos días hemos conseguido instalar un gran tanque de agua y 20 letrinas en Tundikhel, que es uno de mayores campos de la zona de Katmandú, en el que ya se encuentran 15.000 personas. También hemos distribuido 90 lonas impermeables en Lumanti. No parece mucho pero es enorme dadas las condiciones tan complicadas en las que tenemos que trabajar. La ayuda externa, como las 5,5 toneladas que mandamos en el avión de la AECID, tiene que empezar a llegar.

Ojalá la tierra deje de temblar ya.

No permitamos que esta catástrofe quede enterrada al final de los medios y que las teles dejen de hablar de tema. La vida de mis 40 niños y de cientos de miles de personas depende de la ayuda internacional. Esta ayuda resuena más fuerte cuanto mas fuerte es la noticia. Por eso tenemos que leer y compartir los artículos y las fotos. Exigir a los medios que nos informen. Colaborar como podamos con las ONGs que están en terreno. Y exigir a nuestros gobiernos que ayuden, con los recursos que también son nuestros. Nepal tiene que estar en las portadas. De nosotros depende.

Comentarios

totalmente de acuerdo, ante una catástrofe de estas dimensiones toda la ayuda es poca, sea de gobiernos nacionales e internacionales, ejércitos, ONGs, y todo el que quiera ayudar, incluidos los medios de comunicación que deberían, dentro de lo posible, dar una idea del alcance del problema.
totalmente de acuerdo, ante una catástrofe de estas dimensiones toda la ayuda es poca, sea de gobiernos nacionales e internacionales, ejércitos, ONGs, y todo el que quiera ayudar, incluidos los medios de comunicación que deberían, dentro de lo posible, dar una idea del alcance del problema.
totalmente de acuerdo, ante una catástrofe de estas dimensiones toda la ayuda es poca, sea de gobiernos nacionales e internacionales, ejércitos, ONGs, y todo el que quiera ayudar, incluidos los medios de comunicación que deberían, dentro de lo posible, dar una idea del alcance del problema.

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