Óscar Murillo, el artista de ambición desatada
Este domingo, 'El País Semanal' habla con un pintor que pasó de limpiar oficinas a vender cuadros por cientos de miles de euros en un tiempo récord
El pintor colombiano Óscar Murillo ha pasado de limpiar oficinas a vender sus cuadros por cientos de miles de euros en un tiempo récord. Sus raíces y su ciudad de adopción, Londres, laten juntas en su arte, sembrado de controversia. "Intento trasladar las narraciones de mi cultura latinoamericana con un atractivo físico exuberante. En mí palpita esa resonancia", explica el artista en un reportaje que publica El País Semanal este domingo.
En la pasada feria Arco presentó un quinteto de instalaciones. Su éxito fulgurante, dice, es el mejor estímulo para continuar su carrera. "Mis padres ven en mí un recorrido, saben que no ha sido todo automático". Hijo de inmigrantes en Reino Unido, en sus años universitarios se interesó mucho por experimentar con su entorno, pero, aunque fue consciente de la una la sociopolítica de este, Murillo subraya que en su trabajo solo importa "lo estético".