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Con la comida sí se juega

La alta incidencia de obesidad infantil en España requiere una educación en hábitos saludables. Aquí algunos trucos

Comer bien, jugando. Esto es lo que plantea un estudio publicado en la revista Appetite y que señala "que un gesto tan sencillo como hacer participe a los niños a la hora de comer puede favorecer que los más pequeños coman una mayor variedad de verduras y frutas". Entre las conclusiones de la investigación se citan: la importancia de distender el momento de sentarse a la mesa, evitar, en lo posible, regañar a los niños por no comer determinados alimentos o forzarles a hacerlo como castigo, "ya que tenderán a establecer una relación negativa con ellos".

Estas pueden ser algunas de las soluciones necesarias ante la problemática de la obesidad infantil en España; un país donde el 26% de los varones y el 24 de las más pequeñas padecen sobrepeso. El problema no es solo una cuestión estética sino "también un riesgo para la salud pública", señalan los expertos. La obesidad puede derivar en otras enfermedades como la diabetes.

"La forma más eficiente de aprender es divirtiéndose", según informa la Asociación de Productores Hortofrutícolas del Valle Val Venosta, ubicada en los Alpes italianos, en un comunicado. "Sembrar las bases de la alimentación en la infancia, ayudará a mantener unos hábitos saludables en la edad adulta", agregan.

Esta organización propone varios juegos, "haciendo que los pequeños vean la alimentación como una ocasión para el placer o el descubrimiento". En todos ellos, la protagonista es la fruta.

  • "Una opción es aprovechar el valor positivo que los niños aportan a lo que hacen los mayores. Vamos a ir con ellos a la frutería y dejar que escojan las piezas", explican.
  • "Después dejaremos que los niños nos ayuden en la preparación y procuraremos que al menos una de las recetas del menú sea especialmente atractiva para los pequeños. Se recomienda postres sencillos de preparar, ligeros y apetecibles", explican.
  • "También podemos utilizar la tendencia natural de los niños a interpretar papeles mientras juegan. Se puede empezar sacando de la nevera las verduras y frutas para distribuirlas como si estuvieran en un mercado y jugar a hacer la compra, haciendo unos de vendedores y otros de clientes", sugieren.
  • "Si no hay tiempo para cocinar en familia, se puede hacer de la fruta del postre algo lúdico. Una idea es ofrecer una bandeja con trozos, tacos y gajos de diferentes frutas y animar a hacer formas como caras sonrientes o animales sobre el plato", continúan.
  • "Por último, si estamos en un momento de juego más físico, podemos llenar un barreño con agua, introduciendo unas manzanas y tratar de pescarlas de un bocado".

Estas son tan solo algunas ideas, pero hay muchas más. "Todas las que alcance la imaginación".

Referencia: Asociación de Productores Hortofrutícolas del Valle Val Venosta

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