Campar a sus anchas
Mucho se ha hablado y escrito de algunos políticos corruptos que se enriquecieron a costa de lo público y que están respondiendo ante la justicia. Pero si miramos a lo privado, en mi opinión, también existe un cierto grado de corrupción “legal”. Estos días se están publicando los resultados del año 2014 de las multinacionales españolas. Siguiendo normas de “buen gobierno”, también se informa sobre la remuneración e indemnizaciones a sus directivos. Parece que no sólo hemos sido campeones del mundo de fútbol en Sudáfrica sino también en pagar e indemnizar a nuestros dirigentes empresariales.
Dada la gran dispersión del accionariado, hoy día son difíciles de trazar las fronteras en la toma de decisiones entre accionistas, consejeros, comités de remuneración y equipo directivo (entre ellos se lo guisan y entre ellos se lo comen). En cuanto a lo público, parte de esas remuneraciones multimillonarias se consideran irregulares (nunca mejor dicho) y están exentas de impuestos en un 40%. Hace falta algo más que normas de buen gobierno de la CNMV para concienciar al club de selectos en sus torres protegidas de marfil y, algunos, corresponsables de la crisis. No vendrían mal ciertas normas de libre mercado auténtico e independencia real a seguir en los comités de remuneración y nombramientos.— Javier Cangas.
