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Alterconsumismo
Coordinado por Anna Argemí
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Tu consumo puede cambiar el mundo

Por Isabel García, de Caras de la Información

Entrevista a Brenda Chávez

“Ha llegado el momento de pasar a la acción” dice la periodista Brenda Chávez en su nuevo libro Tu consumo puede cambiar el mundo que publicará este año el sello Península de la editorial Planeta.

Brenda Chávez está finalizando este ensayo periodístico que ha elaborado como “un instrumento para re-educar a un sistema agotado que ha financiarizado las relaciones humanas, laborales y comerciales provocando grandes desigualdades, atroces injusticias y malas praxis empresariales”. Tu consumo puede cambiar el mundo pretende contribuir, de forma personalizada y fácil, a una economía del bien común global a través de nuestras compras.

El año pasado se reeditó El libro rojo del estilo escrito en 2009 donde la periodista ya señalaba su satisfacción al comprobar que aquella tendencia de la moda sostenible se ha consolidado, a pesar de la crisis, y se tiende a comprar reflexivamente.

Ahora Brenda Chávez se ha sumergido en su vertiente más eco para todas las alternativas que tiene el consumidor para satisfacer sus necesidades de manera ética, sostenible, respetuosa y abrir nuevas perspectivas y opciones de compra. Su viaje hacia la sostenibilidad comenzó en las redacciones de las más importantes revistas de moda del país: Vogue, Cosmopolitan o Vanidad. Escribió como freelance en las páginas del diario El y la revista Elle, sobre arte, moda, fotografía, diseño y arquitectura; y curiosamente, en muchas de éstas áreas su interés por el proceso creativo y el objeto de la creación, le llevó a investigar sobre temas de sostenibilidad, campos todos ellos en los que se ha ido formando y especializando con los años.

“Con cada acto de consumo emitimos un “voto” de confianza, apoyamos económicamente una forma de producción, activamos una cadena de abastecimiento y beneficiamos a una empresa que tal vez no se lo merezca, que quizás está contribuyendo al abuso social, económico y político o condenando al mundo a la injusticia con su conducta irresponsable. Podemos hacer de cada compra cotidiana un posicionamiento crítico y constructivo forzando “al cambio” a un engranaje que creemos inalterable”, señala la periodista que quiere demostrar la fuerza del consumidor para cambiar el planeta con sus compras.

Tu consumo puede cambiar el mundo propone de una forma amena, combativa, constructiva y motivadora tomar conciencia del poder real de nuestro dinero y consumo, de sus conexiones privilegiadas con las élites económicas y comerciales ofreciendo la posibilidad de apoyar de forma práctica, realista y a medida del estilo de vida de cada individuo, cadenas de producción éticas, responsables, ecológicas y de comercio justo. Existen alternativas en el mercado en todas las áreas mucho más accesibles de lo que pensamos y que podemos incorporar sin apenas cambios aparentes en nuestras rutinas y presupuestos”, señala la autora.

Sus primeros recuerdos sobre la moda sostenible se remontan a las camisetas de la diseñadora Katharine Hammett, considerada una de las pioneras de la moda sostenible. Brenda recuerda la imagen de Katharine acudiendo a una recepción con la entonces primera ministra británica Margaret Thatcher luciendo una camiseta con el eslogan "58% DON'T WANT PERSHING", que hacía referencia al rechazo de la población a los misiles balísticos nucleares. Esa instantánea se fijó en su retina y decidió investigar. Leyó sobre los tejidos y materiales que se emplean en la fabricación de la ropa, sobre las condiciones laborales de los trabajadores que la confeccionan... “Comencé a preguntarme cómo se hacen las cosas que nos rodean, y llegué a los cultivos de algodón y a los tóxicos que lleva la ropa. En un viaje a Túnez vi cómo teñían las prendas y salí horrorizada al ver en qué condiciones trabajaban aquellos empleados, metidos hasta la cadera en un líquido tóxico, y pestilente durante una larga jornada laboral”, confiesa la periodista.

“Mientras más conocía el mundo de la moda menos entendía cómo se podía alabar algo que tenía un backstage tan destructivo”. Brenda asegura que nunca logró fascinarse por las marcas de moda porque era consciente de todo lo que había detrás. Las grandes marcas de la fast fashion crean un universo mágico al que aspiran a llegar los consumidores pero detrás de esa imagen está la deslocalización, el trabajo esclavo, el uso de materiales tóxicos y la contaminación del planeta. En sus investigaciones Brenda Chávez empezó a conocer gente de la moda sostenible como Gema Gómez, creadora de Slow Fashion Spain. “Empecé a ver qué había otra gente que estaba haciendo otras cosas y eso me animó, respiré, había gente que pensaba como yo, con mis mismas dudas existenciales y eso me reafirmo en la idea de qué puedes vestirte y consumir sin contaminar el planeta”.


ModaEn ese camino hacia la sostenibilidad Brenda corroboró que la ética dentro de la moda era posible y era factible tener valores. “La moda podía ser ética, dar trabajo a gente, mejorar comunidades, me parece impresionante que el ser humano tenga la capacidad de cambiar la vida a otros y ayudar a los demás a través de movimientos como el comercio justo. Me parece emocionante que haya diseñadores que con sus colecciones ayudan a una comunidad a salir adelante”, comenta. “
La moda tiene la capacidad de cambiar la vida a la gente y eso es tremendo, indescriptible, mucho más que un bolso de Louis Vuitton. La moda puede ser relevante. Cuando investigaba en la moda sostenible pensé que era algo minoritario pero averigüé que cada vez hay más gente implicada, gente como Sibylla que es una pionera”

Rastreando todas las áreas del consumo Brenda sintió que cuanta más información iba teniendo menos le apetecía consumir. “Me pasaba el día buscando alternativas, y me topé con todo un universo de ellas en alimentación, productos del hogar, motor o tecnología, ese fue el punto de partida”. Brenda me habla de la necesidad de preguntarnos qué estamos consumiendo, de qué están hechas las cosas, qué contienen nuestras cremas, con que nos estamos alimentando y a que lógica obedecen los procesos productivos actuales. “Somos muy inocentes ante un sistema capitalista que juega con nuestras emociones para vendernos cosas que no necesitamos”, me dice Brenda. Pero es un libro en el que no se pretende aterrorizar “porque cada uno tiene que hacer el camino al andar”.

Tu consumo puede cambiar el mundo demostrará que hay soluciones y que todo empieza por uno mismo. “Tenemos la responsabilidad individual de saber qué estamos consumiendo porque lo que hace evolucionar el mundo es la gente que se ha plantado y ha generado nuevos modelos”, señala la periodista. En el libro encontraremos entrevistas con personalidades y agentes claves de “ese nuevo consumo consciente” que ayudarán al lector a practicar un consumo responsable que cuestiona los esquemas preestablecidos”. Como afirma Brenda Chávez un libro para descubrir que la utopía está mucho más cerca de lo que creemos. O cómo diría Carlos Fuentes “no tomar decisiones es peor que cometer errores”.

Imágenes cedidas por Brenda Chávez

Comentarios

Mi consumo si, al igual que el de todos, pero solo es un granito de arena más :(
A mi todo esto me parece muy bien, pero ¿ qué pasará con la moda sostenible si se pone de moda, como su nombre indica, y se meten por medio los mismos pajarracos que ahora manejan todo el tinglado de moda no sostenible? pues eso que de sostenibilidad nada, todo será pura apariencia y si no, al loro.
Pues yo creo que la moda sostenible al final se regirá por los mismos patrones que la moda actual, será para élites, para la gente normal: las tiendas de barrio, los mercadillos y las tiendas de ropa de segunda mano o las que entregan las ONGs. Eso será seguramente.
¡¡¡ No hay que crear moda sostenible, Sra. Chavez !!!!, antes de eso, antes de crear ese tipo de moda, hay que luchar para que no se mantengan las mismas condiciones de trabajo, que hasta ahora, de la pobre gente que la elabora, desde el tiente, como usted indica en unas condiciones de esclavitud, hasta su confección, en las mismas condiciones, esto es lo que hay que cambiar primero, porque ¿de qué sirve hacer moda sostenible para unos pocos, es esto lo que se pretende, entonces no es moda? ¿qué pasa si se interesa por ella personas que tienen a la vista más los intereses económicos que los éticos, eh? no señora, eso si que no, primero las churras y después las merinas, primero se cambia el sistema de trabajo , pero que sea de verdad, y luego se hace la moda sostenible, pero además le digo una cosa, que es que lo de la moda sostenible no debería de ser aun artículo exclusivo o le lujo, sólo para unos pocos que se encuentren sensibilizados, no señora, no, la sostenibilidad debería ser una realidad a todas luces para cualquier tipo de prenda que se fabrique, para todo el mundo, es decir para que se me entienda que lo ecológico y sostenible sea lo normal y habitual y no una etiqueta de diseño para unos pocos, eso es lo que pienso Sra. Chavez.
quiero decir "tinte"
Gracias por los comentarios, desde luego son reflexiones que también se dan en el libro...no lo juzguen antes de leerlo, les va a sorprender, no es para élites, y no solo habla de moda...va mucho más alla, habla de poder corporativo y lo que representa nuestro consumo en el engranaje capitalista. Gracias a todos, un saludo.

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