Grandes decisiones
Ante la injusticia uno debe alzar la voz: los que critican la decisión del Grupo Parlamentario Popular de nombrar a doña Ana Mato vicepresidenta de la Comisión de Cooperación al Desarrollo en el Congreso, ¿han pensado acaso cómo podría mantener a su familia si solo pudiera ser profesora, ebanista, albañil, teleoperadora, policía, contable, panadera, empresaria, oncóloga, piloto, costurera, taxista, arquitecto, cajera de supermercado o cualquier otra profesión en la que el mérito y la capacidad se demuestran día tras día a lo largo de una vida laboral? Por favor, no frivolicemos y reconozcamos la labor social que instituciones como el Senado y las Diputaciones hacen por los que solo disponen de un buen patrimonio y el carnet de afiliado a un partido.— Andrés Albalate López.