Pongámonos las pilas cuanto antes
La Universidad pública hace mucho que se dirige hacia el abismo, y más pronto que tarde llegará a tan funesto destino. Alumnos al filo de graduarse pero incapaces de escribir un texto sin faltas de ortografía (las tildes de las formas verbales son una batalla perdida hace mucho), de formular un par de subordinadas con éxito y sin recurrir al devastador “el cual / la cual”. Estudiantes que siguen copiando de Wikipedia para sus trabajos y que por no leer, no leen ni la prensa. Pupilos carentes de toda cultura que exceda las salas de fiesta y los estadios de fútbol (si acaso eso pudiera considerarse cultura).
¿Lo más descorazonador? Que yo también soy estudiante, recién cumplidos los 20 y avergonzado de pertenecer a este colectivo, mientras no recupere su dignidad. ¿Lo más desalentador? Que no hay visos de mejora y que ni entre los docentes parece estar la solución. Profesores que también copian, y también de Wikipedia, que imparten clase sólo porque les va el sueldo en ello, que vomitan el temario entre blasfemia y maldición para el Ministerio y su cambiante inquilino. A este país lo tiene que sacar adelante la educación pública, así que pongámonos las pilas.— Sergi Esteve Rico.