Huelga 9-N
Tres años de universidad en Barcelona han dado cabida a la convocatoria de diversas huelgas estudiantiles. Muchas de ellas me han dado razones más que suficientes como para apoyarlas y estar a favor de un cambio inminente. Pero la huelga convocada este pasado martes y miércoles, a mi parecer, no tiene como motivo una transformación positiva para la educación.
Mantengo una posición neutra respecto al tema de la consulta catalana del 9-N, quizá porque soy de fuera y no tengo una perspectiva tan alta y fuerte como los catalanes. Dejando de lado ideologías, las cuales respeto desde el primer día que vine a vivir aquí, me parece contradictorio que alguien que pide democracia no permita el acceso a las aulas; nos quitan el derecho a decidir si queremos o no ir a clase para defender el derecho de decidir del país.
Obviamente, todos estamos en nuestro derecho de reclamar y manifestarnos por asuntos que nos afectan, y más los jóvenes donde me incluyo, pero creo que en esta ocasión se debería de haber convocado la huelga de forma en que se pudiera ejercer como ciudadano, y no como estudiante.— Laura Ruiz Gutiérrez.