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Beyoncé y Jay-Z encuentran refugio en el lujo alquilado de Los Ángeles

El matrimonio paga más de 150.000 euros por un mes de descanso en una mansión de 1.500 metros cuadrados

Beyonce y Jay-Z, durante el último concierto de su gira conjunta en París.
Beyonce y Jay-Z, durante el último concierto de su gira conjunta en París.AP

Una vez ya desmentidos por los propios protagonistas los rumores de divorcio, ahora se ha sabido que Beyoncé y Jay-Z buscaron refugio de sus giras y de los paparazis en el lujo de una mansión millonaria en medio de Los Ángeles, donde lo único que les rodeaba era el cielo y las montañas. Esas son las únicas vistas que se pueden disfrutar desde esa propiedad ultra modernista ubicada en el lujoso barrio de Holmby Hills, una de las áreas más caras de la ciudad, totalmente protegida de la mirada de curiosos. Según confirmó la revista Variety, el matrimonio alquiló la villa este verano durante un mes, mientras disfrutaban de un alto entre sus conciertos en solitario y la gira a dúo On The Run que concluyó el pasado fin de semana en París con el cartel de no hay localidades -y una foto de la pareja brindando con champán, con la que parece que querían desmentir el otro rumor que les persigue: un nuevo emabarazo-.

Lo que hicieron entre esas cuatro paredes la pareja musical más popular (y rentable) no se conocerá probablemente nunca. Sí se conoce en cambio el lujo del que estuvieron rodeados y que emanan esas mismas paredes, en muchos casos de cristal, y por el que el matrimonio pagó 200.000 dólares el mes (154.100 euros). Una ganga comparada con los 34,6 millones de euros que piden por esta mansión en venta desde mayo y en el listado de las propiedades más caras de la ciudad.

Imagen de la casa alquilada por el matrimonio en Los Ángeles.
Imagen de la casa alquilada por el matrimonio en Los Ángeles.

Con tres pisos (y ascensor), la casa cuenta con 1.500 metros cuadrados habitables en un terreno de media hectárea. Y como era de esperar en una finca así, cuenta con gimnasio propio, bodega, sala de cine y dos oficinas además de siete dormitorios y una suite matrimonial, incluidos tres armarios por los que poder pasearse. Espacio suficiente para Beyoncé, Jay-Z, la hija de ambos (Blue Ivy Carter, de dos años), así como también para todo el séquito que acompaña a esta millonaria pareja donde quiera que van. Nada en la mansión es modesto, pero tampoco carga las tintas en la opulencia, prefiriendo la funcionalidad de las piscinas sin fin y la ecología de las canchas de tenis de césped falso entre las amenidades que ofrece.

Sin embargo, no parece que la pareja tenga ninguna intención de comprarla. Si el divorcio del que la prensa del corazón sigue hablando se hiciera realidad, lo de menos sería la división de sus propiedades inmobiliarias. Teniendo en cuenta la fortuna amasada por este matrimonio de seis años, a ninguno de los dos les ha dado por echar raíces o invertir su dinero en inmuebles. De forma habitual residen en el penthouse que compró Jay-Z en Tribeca (Nueva York), por el que pagó 5,2 millones de euros en 2004. Y Beyoncé todavía cuenta con su apartamento en Manhattan donde supuestamente vive su madre. También se les vio buscando casa en Londres, incluso ha saltado la noticia de una Beyoncé buscando piso de soltera en el barrio neoyorquino de Chelsea y en Los Ángeles. Pero esta información forma parte de la rumorología de un divorcio que por mucho que se anticipe en los medios del corazón la pareja prefiere desmentir con sus gestos públicos y las imágenes íntimas publicadas en las redes sociales.

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