Gais en los cuarteles
No es fácil ser gay, militar y vivir en Bolivia. La anterior afirmación corresponde a un testimonio publicado en el último reportaje de Informe La Razón,que da cuenta de las diferentes dificultades que deben atravesar todos aquellos que manifiestan una orientación diferente de la heterosexual y a la vez forman parte de las Fuerzas Armadas. En efecto, se sabe que la castrense es una de las instituciones más tradicionales y machistas del país, y que el homosexualismo, al igual que el resto de las inclinaciones sexuales diferentes, es un tabú dentro de los cuarteles del Ejército, la Fuerza Naval y la Fuerza Aérea. Claro ejemplo de ello es que hasta ahora ningún militar boliviano se ha declarado abiertamente homosexual. Y no precisamente porque todos sean heterosexuales, sino por los prejuicios y represalias que una decisión de esta naturaleza ocasionaría (...) Es un secreto a voces que a los militares que manifiestan actitudes homosexuales se los envía a poblaciones fronterizas o simplemente se los da de baja (...)
Dentro de los cuarteles también es frecuente el hostigamiento a quienes manifiestan actitudes amaneradas con el propósito de que deserten, protagonizado no solo por los superiores, sino también por los propios compañeros (...) La intolerancia, doble moral y represión muchas veces se traducen en actos de violencia, dentro y fuera de los cuarteles, y no solo contra los homosexuales, sino también en contra de las mujeres y los niños. Urge corregir los prejuicios castrenses y la formación de los cadetes, inculcándoles la importancia de respetar los derechos humanos de todos los ciudadanos.
La Paz, 26 de agosto.