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¿Seríamos capaces de idolatrar a famosos así de feos?

Un fotógrafo 'afea' con Photoshop a Beyoncé o Rihanna para añadirles kilos, arrugas y darles físicos del montón

Kayne West y Kim Kardashian, los gordos favoritos de Danny Evans
Kayne West y Kim Kardashian, los gordos favoritos de Danny EvansPLANET HILTRON

Un buen día, Danny Evans abrió una revista y se encontró una foto de la célebre heredera con aversión a la ropa interior Paris Hilton…, o de alguien que se parecía a la célebre heredera con aversión a la ropa interior Paris Hilton. El exceso de Photoshop había convertido a la rubia de bote en una persona irreconocible. Indignado, Evans abrió el mismo programa e hizo la operación inversa: eliminar lo que el denomina “el retoque Hollywood” y sustituirlo por “el retoque normal”. En la foto no faltaba de nada, incluso estaba su chihuahua Tinkerbell, pero Paris, más que la estrella de vídeos pornos caseros, estaba avejentada hasta haberse convertido en la reina del Hogar del Pensionista de algún resort de Florida. “Me escribió para preguntarme quién era la mujer de la foto. Le sonaba su cara porque se parecía a ella, pero pensaba que era otra persona”. Había nacido Planet Hiltron.

El procedimiento es sencillo: Evans busca en mercadillos e internet esas fotos supuestamente glamurosas de personas anónimas realizadas en modestos estudios fotográficos y sustituye a sus protagonistas por celebrities con la ayuda del retoque digital. Así, Kim Kardashian y Kanye West remedan su famosa portada del Vogue del pasado marzo… ¡con 100 kilos de más cada uno! Y gracias a ello, los mofletes de Kim pasan a ser más carnosos que sus nalgas. “Creo que Kim y Kanye son mis preferidos, por la cantidad de gente que la ha reenviado”, nos cuenta desde Los Ángeles.

Jay Z y Beyoncé han dejado de lado su glamur para convertirse en dos serios y aburridos contables
Jay Z y Beyoncé han dejado de lado su glamur para convertirse en dos serios y aburridos contablesPLANET HILTRON

Hasta el momento, nadie le ha demandado “A todos aquellos que se han puesto en contacto conmigo les han gustado las fotos. Hasta la fecha, la reacción ha sido positiva. Creo que mi humor no es nada ofensivo, teniendo en cuenta lo que se hace por ahí”.

Evans sabe que en pareja, la diversión es doble: un motivo constante en su trabajo son esas imágenes tan graciosas de los reyes y reinas del instituto; otra, el clásico retrato de pareja que los estadounidenses se realizan para felicitarse las fiestas. Y en el mundo de Planet Hiltron, Jay Z pasa de ser el antiguo dealer por un serio contable junto a Beyoncé; Kirsten Stewart apoya su velludo brazo sobre el cuello de buey de un Robert Pattinson fatibomba; o Angelina Jolie baila despendolada como en una despedida de soltero bajo la dentífrica sonrisa de Brad Pitt.

Nicole Kidman, cuando no hay focos por en medio
Nicole Kidman, cuando no hay focos por en medioPLANET HILTRON

Pese a que a primera vista estas fotografías nos resulten la antítesis de la belleza, el trabajo de Evans tampoco se aleja demasiado de ese mundo de fantasía de papel cuché que critica en su obra. Y es que los famosos también parecen ser conscientes de que con su imagen pública ya no son ellos mismos y que tanto da que te adelgacen diez kilos en una sesión de moda como que te engorden cincuenta para caricaturizarte en Planet Hiltron. “En el mundo de los cosméticos se ha ido demasiado lejos. Las imágenes se retocan tanto que ya no son anuncios, sino ilustraciones. No sé cómo se lo permiten. Es publicidad engañosa. Afortunadamente, la gente es más lista de lo que parece y sabe cuando una foto ha sido manipulada de manera flagrante”, argumenta Evans.

Planet Hiltron no sería posible sin las mismas herramientas digitales que critico. En cierto modo, yo también estoy engañando al público" Danny Evans, de Planet Hiltron

Y preguntado por su modus operandi, reconoce la contradicción que se encuentra en la raíz de su trabajo: “Cierto, Planet Hiltron no sería posible sin las mismas herramientas digitales que critico. En cierto modo, yo también estoy engañando al público. Hago lo mismo que las empresas de belleza y las revistas de moda, solo que en dirección opuesta”.

Una reflexión sagaz de lo que vemos y de cómo consumimos todo ese alud de fotografías retocadas. Aceptemos que el mundo está lleno de imágenes y que no todas ellas son de muy buen gusto. Y reflexionemos sobre ello la próxima vez que nos dé por subir una fotografía a Instagram o por eliminar mediante el editor gráfico el michelín que ha aparecido feliz y orgulloso tras un fin de semana de celebraciones. Contra la dictadura del Photoshop, nada hay más eficaz que responder con estética normcore.

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