_
_
_
_
_

¿Es bueno caminar descalzo?

Nuestros expertos analizan los efectos en la piel, las articulaciones y músculos del pie y la biomecánica del cuerpo

Responde el dermatólogo

Caminar sin calzado unas horas al día en un ambiente limpio y protegido, como el interior de nuestra vivienda, puede tener beneficios: ayuda a la transpiración natural de la piel, además de permitirnos descansar de tacones y hormas estrechas. Caminar sobre arena fina de playa masajea y relaja los músculos y libera la piel de durezas (actúa como un exfoliante natural).

Pero la piel descubierta también está desprotegida y expuesta al medio (como le ocurre a la del rostro o las manos). Se puede deshidratar fácilmente y, por ello, los pies necesitan cuidados adicionales de hidratación, limpieza y fotoprotección cuando están al descubierto. A esto hay que añadir que la ausencia de la amortiguación que proporciona el calzado aumenta la presión que el cuerpo ejerce sobre los pies.

Además de que el contacto directo con el suelo lo es también con gérmenes, residuos, suciedad, etcétera.

*Dr. Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral.

Responde el osteópata

Desde el punto de vista de la osteopatía, disciplina donde se pone una atención especial en la estructura anatómica y los trastornos mecánicos del cuerpo, andar descalzo es muy beneficioso, sobre todo si se hace sobre superficies rugosas, planas y sin inclinación lateral, sin importar la temperatura. El pie se adapta también muy bien a las superficies con inclinación lateral, aunque se pueden producir sobrecargas musculares en la cadera, glúteos o columna lumbar.

Andar sin zapatos, hace que la biomecánica producida en el pie, y en el cuerpo entero como unidad, genera de forma natural una reorganización tensional estructural que alivia la presión producida por el calzado que utilizamos a diario. Un descanso muy recomendable para recuperar la alineación de las articulaciones y el espacio anatómico.

Si se padece algún tipo de patología o disfunción –sesamoiditis, metatarsalgias o fascitis plantar…– lo aconsejable es acudir al traumatólogo.

Andar descalzo es también aconsejable para los bebés: contribuye a su desarrollo en el proceso de interconexión neuronal motora y además les ayuda a reconocer el terreno, a ubicarse mejor en el espacio y afianzar su seguridad día a día. Y para los ancianos, aquellas personas que están sometidas a mucha tensión muscular y emocional cada día y quienes pasan mucho tiempo de pie o sentado.

*Raúl Guzmán. Jefe del Servicio de Osteopatía en Clínica VASS, director de formación en el Instituto de Formación y Desarrollo Clínico IFENTI.

Responde el podólogo

El ser humano está diseñado para caminar descalzo y en la naturaleza. Hacerlo en casa o sobre superficies inventadas por el hombre –más duras y lisas, y por tanto más nocivas– de forma repetida puede provocar lesiones en los pies. No estamos diseñados para andar por la ciudad, es una mala superficie para nosotros. De ahí que se inventara el calzado para evitar la agresión que supone el contacto el terreno.

Ir sin zapatos fortalece los pies y mejora la circulación sanguínea: en ellos existe una red circulatoria profunda que impulsa la sangre al corazón cuando andamos correctamente.

Ahora los expertos están observando que el pie del hombre moderno no es tan fuerte como el de nuestros ancestros.

Lo ideal es ir descalzos una hora al día por superficies naturales. Para aquellos que viven en la ciudad un magnífico ejercicio para ejercitar nuestro sistema músculo-esquelético es subirse a una bossu, media pelota de Pilates que se apoya en el suelo y cuya superficie blanda obliga a mantener el equilibrio, lo que fortalece músculos y ligamentos. Andar con los bordes externos de los pies, sobre los talones y de puntillas son también buenos ejercicios.

Nada que no se haya inventado hace años e incluso siglos. Barefoot es el nuevo nombre para un deporte que consiste en correr y andar descalzo y que ya se practicaba en Florida en 1947. Si se practica es recomendable incrementar la intensidad del ejercicio poco a poco por la falta de costumbre; cuando se es un experto es una gran forma para fortalecer nuestros pies.

*Ángel González de la Rubia, podólogo deportivo y cofundador de tulesiondeportiva.com. Coordinador de la Maratón de Madrid.

Envíenos su consulta sobre salud o bienestar.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_