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Una cupido para los ricos

Mairead Molloy creó una web de citas para gente con dinero y poco tiempo que paga hasta 50.000 euros para encontrar pareja Diez años después factura 5 millones y tiene sedes desde París hasta Hong Kong

Mairead Molloy.
Mairead Molloy.Berkeley International

Es posible que alguno de los que leen estas líneas esté inscrito en una web de encuentros. Una de esas numerosas páginas que abundan en Internet y que proponen encontrar al alma gemela gratis… o por un módico precio. Pero lo que ya es menos probable es que sea usted miembro de un muy exclusivo círculo internacional cuya membresía cuesta entre 10.000 y 50.000 euros. O más. Ese es el precio para entrar en el club de corazones solitarios (con bolsillos muy bien surtidos) creado y dirigido por la inglesa Mairead Molloy.

“La idea de Berkeley International se me ocurrió hace 10 años, pues entendí que había un hueco en el mercado para este tipo de servicios que nadie proponía. Al comienzo cobraba 5.000 libras”, explica Molloy en el bar de un lujoso hotel de Ginebra, ciudad en la que tiene una de sus sucursales de más éxito.

Esta mujer, que vive en Cannes, es graduada en Psicología con un doctorado en Criminología. Una formación que, sin duda, le ayuda a entender las necesidades de una cierta clientela.

“Tuve una corazonada y mi intuición se ha demostrado acertada”, explica sobre el éxito de una empresa que dispone hoy de oficinas en Ámsterdam o París y que abre filiales en Hong Kong o Australia. Una compañía con un volumen global de negocio de cinco millones de euros en 2012, según explicó su socia Inga Verbeeck en una entrevista con el diario suizo Le Temps. A juzgar por su expansión, las personas cash rich, time poor (ricas en dinero y pobres en tiempo) deben abundar.

La agencia cuenta hoy con 5.500 miembros. Ginebra y Bruselas son, después de Londres, las ciudades clave en este negocio. El perfil de sus clientes es gente profesional con un muy elevado poder adquisitivo que desean encontrar personas con un nivel de educación, ingresos e intereses similares.

¿Puede ocurrir que un caballero de 60 años se inscriba esperando conocer mujeres de 30? “Personalmente, yo no lo apruebo. Intento que la diferencia de edades no sea mayor de cinco años”, afirma Molloy.

“Cuando prometes a alguien con dinero que encontrará el amor, te pagará lo que sea”

En el discurso de la dueña de Berkeley International llaman la atención los tópicos sobre las nacionalidades. Como, por ejemplo, que “los hombres suizos no gozan de mucha demanda femenina” en este supermercado global de carne de lujo. “Mi experiencia es que las suizas se sienten atraídas por los franceses. Las españolas, en general, por británicos y españoles. Lo cierto es que españoles, franceses e italianos suelen ser los hombres más apreciados, junto a los británicos”, analiza.

¿Y qué tal funciona el negocio en España? ¿Hay gente dispuesta a gastar hasta 50.000 euros para encontrar el amor? “Pues sí”, explica Molloy. “Nuestro volumen de negocio ha crecido un 25% en el último año. Y esperamos que vaya a más”. Por lo visto, para quienes buscan el amor (y disponen de bien nutridas cuentas corrientes) no existe la crisis. Y es que para la jet set, Moscú, Singapur o Miami están a la vuelta de la esquina. “Los ricos viajan todo el tiempo. Para ellos, tener una cita en otro continente es como para nosotros quedar en este bar de Ginebra. Es algo casi banal”.

En un tono más reflexivo, la ex psicóloga criminalista comenta: “Para entender mi trabajo hay que ponerse en la cabeza de alguien que tiene realmente mucho dinero. ¿Cómo piensa alguien con fortuna? Suele ser gente con expectativas, que espera un retorno sobre su inversión. Y es que nuestros miembros pagan mucho dinero”.

“En el mundo real que vivimos usted o yo no podemos inventar de la nada a la persona perfecta, pero a veces nuestros clientes nos piden incluso un cierto ideal genético. Quieren alguien salido de círculos aristocráticos y con buena sangre. Buscan el compañero que sea biológica y psicológicamente perfecto”. ¿Llegan hasta el extremo de hacer exámenes de ADN? “No”, zanja la británica.

¿Y qué se considera como éxito en este negocio del amor? “Cualquier relación que dure más de seis meses es un éxito, en mi opinión. Pero va por edades. Entre los 18 y los 28 años es del 95%; de los 28 a los 36, de un 75% u 80%; entre los 36 y los 50 llegamos a un 65%, y entre los de más de 50 años baja hasta el 60%. Un problema con la edad madura es que un señor de 65 quiere a una señora de 50, pero la dama de 50 busca un caballero de 55. Los de 50 quieren alguien de 40, y así”. Toda una labor el cuadrar los números.

LAS CIFRAS DEL AMOR

Aunque la agencia Berkeley International se promociona básicamente con el boca a boca, ya cuenta con 5.500 miembros, que han pagado entre 10.000 y 50.000 euros para formar parte de este club exclusivo que en 2012 tuvo un volumen de negocio global de cinco millones de euros. “Eso no me hace rica, pero el año pasado, solo en Reino Unido, nuestro volumen de negocio fue de dos millones de euros”, matiza Molloy.

¿Hay que entender que chicos de 18 años usan sus servicios? “Oh sí”, responde riendo Molloy. “Nos contratan padres con fortuna que no quieren que sus hijos se relacionen con cualquiera. Nos pagan para que encontremos el candidato ideal para sus hijas: un aristócrata europeo, un joven estudiante de Medicina de Harvard y así. Lo más divertido es que los chicos lo saben y en general están felices de encontrar a estos candidatos de ensueño”.

Una última pregunta se impone: su empresa tiene hoy éxito internacional, pero… ¿cómo consiguió Mairead Molloy convencer a sus primeros clientes para que le confiaran 5.000 libras, que es mucho dinero, para un encargo tan poco fiable como el de encontrar pareja? “No fue difícil. Todos quieren sentirse amados y necesitados, aunque sean millonarios. Cuando prometes a gente que dispone de mucho dinero, pero que está harta de sentirse sola, que conocerá gente genial y encontrará el amor, te pagarán lo que sea”.

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