Uso responsable de servicios públicos
Al margen del paternalismo que supone que el Gobierno nos “informe” de lo que cuestan los servicios sociales de los que somos usuarios con el propósito de que aprendamos a racionalizar el gasto, como si los ciudadanos fuéramos unos despilfarradores que vamos al médico o al hospital porque nos gusta, debería extender esa pedagogía para informarnos del coste de otros servicios, como el de un misil, de un avión de combate, los viajes de los ministros o del Rey; o del coste de las ayudas a la banca.
La propaganda ahora consiste en informarnos del coste de servicios médicos como una radiografía, una operación de cataratas o la consulta al médico de cabecera. Después de recortar el gasto, lo que ha provocado un empeoramiento de los servicios, ahora nos quieren agobiar para que “utilicemos la sanidad con responsabilidad”. Mientras, la Administración hace planes para privatizarla y así favorecer a grupos empresariales cuyo objetivo único es ganar dinero, aunque para eso haya que difundir la acusación velada de que despilfarramos porque queremos.
Nos tienen tan acostumbrados, los políticos y gestores públicos a sus mentiras, que ya nadie les cree, aunque en algunos casos digan la verdad. Ese es el inconveniente de poner tantas trabas a la ciudadanía para ejercer la democracia en libertad.
Tal como nos aconseja Sanidad, ahorre en tiritas y vaya solo al médico para tramitar el certificado de su defunción.— Javier Orcajada del Castillo.