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CARTAS AL DIRECTOR
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

No nos rendiremos

Algunos hemos encontrado (otros lo encontrarán) el motor que nos empujará a cumplir para con nosotros y para con la sociedad: la esperanza

Al leer la entrevista a Baltasar Garzón (2 de febrero de 2014) encontré en sus palabras un alivio sin precedentes. Aparte de lo que este hombre represente judicial, social y políticamente, sus orígenes humildes y campesinos no le impidieron en ningún momento convertirse en lo que él tenía tan claro. Ni su madre ni su entorno, ni siquiera él mismo, consiguieron apartarle de su realización personal. Tras duros esfuerzos y un trabajo incesante, ha logrado convertirse en un personaje reconocido mundialmente. Esto me dio esperanza, algo carente entre la juventud actual, esperanza para entender que nuestros sueños, nuestros futuros, nuestros estudios y esfuerzos, valen la pena; que luchar por nuestro hueco en la sociedad aún es posible; que las trabas impuestas desde La Moncloa o la insultante falta de fe hacia nuestra generación no nos privarán de alcanzar nuestras metas ni de llegar a ser alguien. Estamos siendo machacados, pero no nos rendiremos, algunos hemos encontrado (otros lo encontrarán) el motor que nos empujará a cumplir para con nosotros y para con la sociedad: la esperanza. Enriquecedora entrevista sin duda alguna.

Correo electrónico.

Un olvido de Garzón

Por Gracia Fontell, (Buenos Aires)

Soy española y vivo en Argentina desde hace nueve años. El exjuez Garzón olvidó mencionar en su entrevista (2-2-2014) que recibe un sueldazo público, pagado por contribuyentes que tienen que vivir con la décima parte de lo que él obtiene. Que sea amigo personal (en el grado que sea) de la presidenta Fernández y que haya sido ungido en loor de las agrupaciones de derechos humanos literalmente compradas por el Gobierno a fuerza de muchos millones y de cargos muy bien remunerados a los familiares de los titulares de esas agrupaciones, no implica en absoluto que el señor Garzón opine de asuntos nacionales, no como pensador, sino como rentado. La Ley de Medios nació obsoleta, hoy la cumplen los pocos medios opositores que hay, y el Gobierno se ha quedado con el 80% de la tarta que, a su vez, incumple la remanida ley.

Comparaciones que duelen

Por Margarita Munar, (Santanyí, Mallorca)

Creo que todos deberíamos leer el reportaje Malaria. Laboratorio africano publicado el domingo 26 de enero de 2014. El investigador español Pedro Alonso va más allá del trío neumonía, diarrea y malaria. En España interesa más un gran fichaje de un astro del fútbol que no tener salud, como la define el científico, “crecer y poder dedicar su tiempo en otras tares que no sean cuidar a los tuyos para que sobrevivan”.

Interesan más todos estos personajes que salen cada día en programas o revistas del corazón, que la supervivencia infantil o que la mortalidad se haya reducido a la mitad, gracias a la unión de ciencia y tecnología.

Si la vacuna RTS,S, que cerró su fase III en 2013, consigue la recomendación de la OMS, estaremos ante un gran nuevo logro de la ciencia.

¿Seremos entonces capaces de reconocer el gran trabajo y dedicación de Pedro Alonso y todo su equipo? Después de haber leído el reportaje, todos deberíamos decir: sí, seremos capaces.

¿Es necesario?

Por Jaume Rodríguez Enrich, (Igualada, Barcelona)

En los últimos meses, las cartas que se publican en esta sección ensalzan el artículo a que van a referirse como si los firmantes buscaran la garantía de su publicación. Yo mismo he vivido esta experiencia. La pregunta: ¿es necesario? La respuesta: no. Todo El País Semanal es de la mejor calidad con independencia de si coincides con el firmante. Y esta calidad no la duda nadie. Por tanto, propongo prescindir de las introducciones dulzonas, así habrá más espacio y más opiniones. Que es lo importante.

Testigo en México

 Por Carmen Villar Perearnau, (Barcelona)

“Somos felices un ratito”. ¡Qué hermosura de inicio!: “Sonrío porque tengo hacia los demás una actitud de bienvenida”. Es curioso, pienso: ¿por qué sonreímos? ¿Como signo de cordialidad? ¿Porque –socialmente– está mejor visto? Pero eso de bienvenida me ha llegado al alma; me parece un gran detalle.

Así de brillante es la personalidad de Elena Poniatowska (Cara y cruz 2-2-2014), esta gran dama cuyo abolengo está emparentado con reyes polacos. Novelista y periodista, activista política y testigo de primera fila de la historia mexicana, y, por si ello fuera poco, laureada con el último Premio Cervantes.

Pero la espléndida sonrisa de esa octogenaria jovial queda transmutada por una insondable muestra de tristeza al evocar, con una lucidez envidiable, el terrorífico y sanguinario panorama en el México del Gobierno de Ordaz, a traición, con tiros a quemarropa sin posibilidad de salvación de multitud de población civil…

La visión panorámica del reflejo de la pobreza imperante y –paradójicamente– la dilapidación de dinero público, la falta de equidad en México –como en otros muchos países, inclusive de la denominada “civilizada” Europa–, y, a pesar de sus hijos, valiosos pilares a los que aferrarse en momentos convulsos, hacen huella en Elena Poniatowska, quien manifiesta abiertamente: “Somos felices un ratito”. ¡Deliciosa dama! ¡Fantástica entrevista!.

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