Reír a carcajadas
Quería agradecer a Santiago Roncagliolo el rato tan divertido que me hizo pasar leyendo su artículo del domingo 20 de octubre titulado Adultez para principiantes. Me hallaba sola en una cafetería y estuve riendo a carcajadas por sentirme totalmente identificada con lo que contaba. Como el autor, nunca he sabido montar en bici, pero cuando tuve a mis hijos y empezaron a salir los domingos, se quedaban con carita triste preguntándome por qué yo no iba. Así que decidí que si todo el mundo sabía montar en bicicleta, no podía ser tan difícil y yo tenía que ser capaz de hacerlo.
Como cuenta Santiago en su artículo, yo también salía de noche y por calles peatonales y sin coches ni personas a las que poder atropellar. Yo elegí como profesora a mi hermana. Y al final lo conseguí y me sentí feliz. Me invadió una sensación de que si había conseguido ese pequeño logro para el que me había considerado negada durante cuarenta años, cuántos otros sueños sería capaz de realizar.
Santiago, me encantan tus artículos, con esa forma de escribir tan cercana y a veces con temas tan cotidianos. Es como escuchar algo que te cuenta un amigo en un bar. Con este has conseguido además algo maravilloso, ¡hacerme reír a carcajadas!
