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Enamorados, atletas, desesperados... y otros perros de anuncio

Chiqui de la Fuente

Yo pensaba que la salsa no picaba tanto... El agua, el único calmante.

Resulta altamente improbable encender la tele y que en una de esas interminables pausas que hay entre programa y programa no aparezca un perro como protagonista de alguna de esas mini historias que se cuentan en unos pocos segundos y que se llaman publicidad.

Ya sea para vendernos comparadores de seguros, papel higiénico o coches de alta gama, estas “personas con cuatro patas” como los describe un amigo, están presentes constantemente en la “caja tonta” o en las páginas de periódicos y revistas.

Así que, en una suerte de “crossover” entre Emperrados y Publizia, voy a intentar mostrar que papel ha jugado y juega el género perruno en toda esta industria que gana dinero a base de vendernos las bondades de cualquier tipo de producto.

En España, se empezaron a ver perros como actores de anuncios allá por los ochenta gracias a dos míticos trabajos: uno de Televisión Española y su famoso Pipín y otro de la Fundación Purina y su tan repetido “Él nunca lo haría”.

Un poco más tarde apareció Pancho, el perro de la Lotería, que hacía las cosas normales para un perro.

Y es que los “chuchos”, como veremos a continuación, son muy socorridos a la hora de reforzar ideas y valores que difícilmente conseguiría expresar la raza humana.

Las empresas que más utilizan a las mascotas para promocionarse son, como no podría ser de otra manera, las que fundamentalmente viven en torno a ellas (alimentación, accesorios o protectoras de los derechos animales).

Y uno de los anuncios más conseguidos últimamente es el de Cesar, una firma especializada en comida para perros pequeños, y que en un emotivo comercial de tan solo un minuto y con sólo tres palabras desarrolla todos esos valores que nos gustaría que asociaran a nuestra marca: lealtad, solidaridad, compañerismo, alegría, bondad…

Aunque también están a tu lado incluso cuando no te estás portando demasiado bien

La gran variedad de razas, tamaños y caracteres hacen que cada raza sirva para un propósito. De siempre, los perros grandes se asocian con animales cariñosos, bonachones, familiares mientras que las razas más pequeñas son más alegres, pizpiretas y juguetonas. Caso aparte son los cachorros de cualquier raza o condición. Siempre están asociados a trastadas varias (solo o en compañía de otros). Clásico ya es el anuncio de Scottex.

Otro recurso muy socorrido por los publicistas es el de asociar comportamientos humanos a perros. Así, sentimientos tan humanos como el miedo, el engaño, el amor o simplemente el rechazo o el picor.

Más recurrente si cabe es el típico anuncio gracioso con perro/s de por medio. La vis cómica que poseen estos cuadrúpedos frente a los humanos los hacen ideales para este tipo de trabajos. Véase si no el de la filial inglesa de Telefónica O2, el del fabricante de coches Subaru, el de las aspiradoras de Black & Decker, el de Whiskas o dos del gigante alemán de la automoción Volkswagen (y éste).

Por último, las organizaciones defensoras de los animales utilizan casi siempre la baza de la lástima para conseguir que sus mensajes calen y se recuerden. La Fundación Pedigree, la ONG alemana Bundesverband Tierschutz o la filipina The Philippine Animal Welfare Society son clara muestra de ello. También se pone en valor el efecto terapéutico que tienen estos animales a la hora de hacer más llevadero el sufrimiento humano o ciertas carencias físicas. Ejemplo de ello son la Asociación de perros guía Mira, o el centro de acogida animal World For All.

Como Bonus Track, este anuncio japonés de, supongo, comida para perros, y que en vez de incitar a comprarlo, invita a no tener ese monstruo dentro de casa.

Por cierto, soy uno de los orgullosos dueños de una preciosa West Highland Terrier, llamada Bola, de unos 3 años y que adoptamos después de que sus anteriores dueños la abandonaran. Dicho queda, que si no la saludo, me gruñe.

Por favor, adopta.

Chiqui de la Fuente es responsable de Formación Editorial en EL PAÍS, vive a ratos con Bola y es el autor del blog sobre publicidad Publizia

Comentarios

La foto de inicio es de Seth Casteel http://ladrandoalmundo.blogspot.com.es/2013/07/perros-submarinos.html También os pongo un link de mi blog sobre la emblemática figura de Pippín. http://ladrandoalmundo.blogspot.com.es/2013/04/pippin.html Gracias! enhorabuena por el post
Me gustó el anuncio del westie que va al cementerio con su dueño. Ayer estaban poniendo un cartel prohibiendo la entrada de perros en el de mi ciudad. Por aquí tenemos a mucho estúpido suelto...
Me ha gustado esta recopilación de protagonistas perrunos. Algunos anuncios son muy bonitos, como el del cementerio o el de Purina.
Genial!!!
Gran artículo y gran recopilación. Felicidades.
Una consulta ¿Existen perros gays?: http://xurl.es/sysnl

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Sobre la firma

Chiqui de la Fuente
Es responsable de Formación de Redacción y ha desarrollado toda su carrera profesional en EL PAÍS en diversos departamentos: Nuevas Tecnologías, Confección, sistemas editoriales... Es autor del blog Publizia y tiene una perra que se llama Rosca.

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