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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Fútbol sospechoso

El deporte perderá credibilidad y negocio si no se castigan con rapidez los casos de apuestas ilegales

En pocos días se han difundido dos informaciones que socavan la credibilidad del fútbol como ámbito del deporte limpio y sin tacha. La policía europea ha descubierto una red, con sede en Singapur, dedicada a sobornar árbitros, jugadores y directivos, con el fin de amañar partidos y obtener escandalosos beneficios en un circuito de apuestas ilegales. La organización apunta a una estructura bien organizada en todo el mundo; se calcula que en Europa fueron amañados unos 150 partidos (incluidos encuentros de clasificación para el Mundial), más otros 300 partidos dudosos en América. El segundo motivo de inquietud nace de la supuesta conexión entre el médico Eufemiano Fuentes, actualmente juzgado por el caso de doping organizado (Operación Puerto) y la Real Sociedad. El club donostiarra, según anotaciones crípticas de Fuentes, habría sido su cliente. La sospecha se refuerza por la declaracion de Iñaki Badiola, expresidente de la Real, según la cual el club habría pagado dinero en negro a la red de Eufemiano.

El fútbol no es inmune a la corrupción. El escándalo de las apuestas en el fútbol italiano fue una llamada de advertencia a la que, por lo visto, las instituciones deportivas no han respondido. La oportunidad de ganar dinero fácil con una trama de árbitros, jugadores y directivos sobornados es demasiado tentadora como para descartarla en nombre de principios deportivos.

Los mecanismos propios del fútbol para defenderse de actividades ilegales son muy débiles. Las federaciones nacionales suelen fiar a pies juntillas en la conducta de los deportistas o directivos, las redes organizadas de fraude son globales y las federaciones internacionales apenas pasan de instituciones dedicadas a la organización de acontecimientos y no exentas de sospechas de soborno. El mayor riesgo es la aparición del juego y las apuestas on line. La respuesta debe ser la organización de controles que obstaculicen el cohecho y la manipulación de los partidos; y la respuesta debe ser rápida, porque si se instala la sospecha de que las Ligas nacionales soportan niveles elevados de fraude, el negocio del fútbol puede desaparecer incluso antes de que estalle la burbuja económica que asoma detrás de sus gastos faraónicos.

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Con la misma despreocupación abordan las autoridades futbolísticas el problema del dopaje. De nuevo hay que exigir a los tribunales un veredicto preciso sobre la amplitud del problema en España, para evitar la sombra permanente de la sospecha.

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