Viajar en turista
Me sorprende leer las declaraciones de Gonzalo Moliner, presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, en las que afirma que viajar en clase turista no da buena imagen para el cargo que él representa. Pues en mi opinión pasa totalmente lo contrario, creo que nos da una mejor imagen a los ciudadanos viajando en clase turista y mostrándonos que el dinero público no es tirado alegremente en épocas de recortes y escaseces para muchos de los ciudadanos.
Además el puesto de este señor no creo que implique viajes que no sean nacionales, lo que significa que el más largo no supera las dos horas y en dichos vuelos no hay gran diferencia entre la clase turista y la clase preferente.
En tiempos en que los ciudadanos vemos recortados nuestros derechos y prestaciones en ámbitos tan importantes como la sanidad, la educación, los subsidios de desempleo o las pensiones, los primeros que tienen que dar imagen de austeridad son los que nos gobiernan y los que tienen altos cargos públicos, aunque curiosamente son los que nunca lo hacen.— Santiago Abascal Cuevas. Santander.
En un momento en el que tenemos recortes en todos los ámbitos, al leer que los diputados cuando viajen en avión lo harán en businessy si viajan en el AVE lo harán en preferente me pregunto: ¿los políticos viven en el mismo país que los demás ciudadanos?, ¿es posible que estén tan desconectados de la realidad?, ¿cómo podemos seguir aguantando semejante disparate?
Casi todas las empresas privadas han tomado ya la determinación de que todos sus trabajadores viajen en turista incluso en vuelos transatlánticos, y esta clase política sigue sin enterarse... o no quieren.— Montse Díaz. Madrid.
En esta España de casi seis millones de parados, de los desahucios en masa, del sistemático desmantelamiento de la sanidad y educación pública, de muchísima gente pasando hambre y un montón de miserias más, el presidente del Tribunal Supremo se preocupa de que los recortes afectan a la dignidad de su cargo. Yo le diría que por sus declaraciones no debería efectivamente viajar en clase turista sino en el vagón de mercancías como una carga más a soportar por este pobre país.— Enrique Eduardo Labarga Ordóñez. Madrid.
