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El estilo es oro

Los Juegos de Londres constatan que los deportistas trabajan su estética además de su físico Los atletas cuidan sus estilismos para construir un personaje y convertirse en su propia marca

Carmen Mañana
La nadadora Mireia Belmonte y su espectacular manicura.
La nadadora Mireia Belmonte y su espectacular manicura.PATRICK B. KRAEMER

Del aparato dental lleno de diamantes de Ryan Lochte a la supermanicura de Mireia Belmonte, pasando por el tinte rojizo de los atletas japoneses y la polémica en torno al pelo alisado de la gimnasta Gabby Douglas. Los Juegos Olímpicos de Londres han constatado que los deportistas ya no solo se preocupan por su físico sino también de su estética. El modelo Arantxa Sánchez Vicario va perdiendo adeptos en favor del método David Beckham. Los atletas cuidan su estilo por coquetería, para diferenciarse y, por qué negarlo, como herramienta para construir un personaje y convertirse en su propia marca.

Ryan Lochte presume de medalla de bronce y de sus aparato dental con diamantes incrustados.
Ryan Lochte presume de medalla de bronce y de sus aparato dental con diamantes incrustados.Getty Images

"Lo que buscan las firmas es asociar sus productos con los valores que representan los deportistas dentro y fuera de la pista. Y está claro, que, a partir de cierto nivel, tener personalidad estética puede ser un plus. Pero lo que más vende siguen siendo las victorias", apunta Pablo Laso entrenador del equipo de baloncesto del Real Madrid y experto en márketing deportivo.

Lochte es el mejor ejemplo de cuán rentable resulta mediática y económicamente alimentar una imagen carismática. Con sus bañadores fosforescentes, sus zapatillas customizadas y su actitud de estrella del rock ha seducido a miles de jóvenes y por ende a marcas como Gillete, Speedo y Ralph Lauren. Incluso ha sido portada de Vogue USA, una de las revistas de moda más influyentes del mundo. Puede que Lochte no sea el nadador con más medallas pero es el número uno en mercadotecnia.

La española Mireia Belmonte, doble medallista en natación, no se queda atrás. Es imagen de Nike y de Braun. Asegura que le encanta el rosa y que por eso todos su complementos de piscina son de este color, pero si hay algún rasgo estético por el que haya llamado la atención en estos Juegos ha sido por su coloridas y larguísimas uñas.

Decenas de deportistas se han sumado a la moda de decorar sus uñas con las banderas de sus países

Belmonte se ha sumado a la moda de las manicuras olímpicas. La ciclista bielorrusa Alena Amialiusik, la nadadora británica Rebecca Adlington, la tenista estadounidense Venus Williams o la jugadora de baloncesto francesa Emmeline Ndongue son sólo algunas de las decenas de deportistas que han decorado sus uñas con los aros olímpicos o las banderas de sus respectivos países. Discípulas aventajadas de la corredora Florence Griffith, que en los Juegos de Seúl de 1988 hizo de una manicura espectacular su seña de identidad estética, quizá una de las más reconocibles y recordadas de la historia del deporte.

Casi 25 años después, la de las manicuras historiadas sigue siendo una tendencia muy mediática –ha protagonizada centenas de reportajes fotográficos- y ha pasado, como entonces, de las pistas a la calle. En tiempos de crisis, no todo el mundo puede invertir en nuevos complementos, pero aún resulta asequible seguir una moda si hacerlo se reduce a comprar esmaltes de los colores patrios.

La estadounidense Gabby Douglas, ganadora del oro en gimnasia deportiva.
La estadounidense Gabby Douglas, ganadora del oro en gimnasia deportiva.

Los estilismos capilares también han atraído la atención de redes sociales y espectadores analógicos. Muy comentados han sido el bigotillo retro del gimnasta chileno Tomás González Sepúlveda, los tintes de los jugadores de fútbol japoneses y la capa plástica que cubría el cabello de las chicas de natación sincronizada y que les daba un aspecto aún más artificial si cabe (Los centímetros cúbicos de maquillaje que las enmascaran sólo son superados en aspecto circense por los kilates de lentejuelas que lastran sus bañadores). La española Andrea Fuentes, medalla de plata en dúo sincronizado, explica que se trata de gelatina elaborada a partir de las vejigas natatorias de peces como el bacalao o la carpa, y que sí: huele a pescado. Todo para llevar el pelo perfecto e inamovible.

Pero si hay un peinado que ha revolucionado las redes sociales ese ha sido el de la gimnasta estadounidense de 16 años Gabby Douglas. Twitter recogió más comentarios acerca del aspecto desaliñado de su moño que sobre cómo desafiaba las leyes de la gravedad y de la anatomía. Para algunos espectadores resultaba criticable que la niña llevase mechones sueltos entre doble carpado mortal adelante y doble carpado mortal atrás. Su madre Natalie Hawkins explicaba a Fashionista.com que la propia Gabby no daba crédito ante tanto absurdo “He ganado dos medallas de oro y hecho historia y ¿es mi pelo el que se convierte en trending topic?”

Pero los metales no han logrado acabar con la polémica que, en un giro inesperado, ha alcanzado tintes políticos. La coleta alisada de esta niña de 16 años ha reavivado el debate sobre por qué gran cantidad de mujeres afroamericanas estadounidenses deciden someter su pelo rizo natural para lucir un cabello alisado, que socialmente suele ser considerado más pulcro. Que el debate no es baladí lo prueba que las cabezas visibles de cada bando sean Michelle Obama y Oprah Winfrey. La presentadora ha aparecido en la portada del último número de su revista reivindicando su melena afro.

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