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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

No me odiéis por ser fabulosa

La mejor vestida en los Oscar, la íntima de Beyoncé, la bloguera consejera... Por algún motivo, el fantástico estilo de vida de Gwyneth Paltrow genera más titulares que su carrera cinematográfica. ¿Por qué sigue irritando a tantos?

Gwyneth Paltrow, en Central Park, con Mark Ruffalo.
Gwyneth Paltrow, en Central Park, con Mark Ruffalo.GTRESONLINE

Son pocas las noticias que genera la carrera como actriz de Gwyneth Paltrow (que levante la mano quien la recuerde en un papel memorable en la gran pantalla desde Two lovers, hace ya cuatro años) y muchas las que genera su personaje mediático. La última: fue elegida, casi unánimemente, y Tom Ford mediante, la mejor vestida en la gala de los Oscar. Ganarle en atención mediática al pezón de J.Lo y la pierna —con vida y Twitter propios— de Angelina Jolie sin ni siquiera estar nominada es algo así como subir el Everest a la pata coja con plataformas de McQueen sin despeinarse. Solo Gwyneth puede. Según confiesa, la actriz lo hizo, simplemente, porque vio “una foto de Jackie O con un vestido blanco con capa y pensé que hacía mucho que nadie usaba una capa, excepto Superman”. Pero eso no se lo cree nadie. Lo de Paltrow siempre ha sido robarle el protagonismo al resto sin pestañear. Cuando su antigua íntima Winona Ryder se ligó a Johnny Depp, ella se liaba con Brad Pitt. Cuando su nueva íntima, Beyoncé, parió, ella tuiteó mal (oops!) el nombre de la recién nacida. Ellas cardan la lana y Gwyneth crea la fama, como una chica del londinense barrio de Chelsea que sabe que el trabajo duro es para otros.

El último scoop: The Sun acaba de anunciar que planea unas fantásticas vacaciones en la Toscana con Beyoncé y las hijas de ambas. Para practicar yoga. Todo dentro de lo habitual para una mujer que ha convertido su fabuloso y saludable estilo de vida —y su capacidad para cultivar amistades entre los de su especie— en su obligada nueva razón de ser. Porque Gwyneth es, ante todo, amiga de sus amigos, alguien que sabe como nadie que quien tiene un amigo tiene un tesoro. Y lo vuelca, como cualquier hijo de vecino, en su blog, el inimitable Goop. Allí están Steven Spielberg, Wes Anderson o Sofia Coppola recomendando películas; William Oribit y Samantha Ronson haciendo listas de reproducción, y Christy Turlington o Madonna recomendando sus libros favoritos. Una chica con contactos.

Y si un día Gwyneth decide que se enfada con esta última (o eso interpretamos sus fieles lectores), se despacha a gusto, muy humana ella: “¿Qué haces cuando te das cuenta de que, aunque vuestra historia se remonte a muchos años y os hayáis valorado mutuamente en numerosas ocasiones, una amiga te ha dejado de gustar? Que, después del tiempo pasado con esta persona, te sientes agotado, menospreciado, vacío o insultado. Mi padre solía decirme: ‘No puedes hacer nuevos viejos amigos’. ¿Cómo distingues si alguien en tu vida te hace cambiar a mejor o si estás mejor sin ella?”. Tener una frenemie, una amienemiga, y compartirlo con tus followers es una prueba de honestidad 2.0. Lo justo en el contrato que la verdadera celebridad de hoy establece con sus audiencias. Gwyneth lo sabe, y seguro que su chamán también.

El lugar que antes ocupaba la fanática del spandex Madonna ahora lo ocupa la familia Carter-Knowles. Paltrow subraya una y otra vez que es uña y carne del mecenas del hip-hop. Incluso cuando no hace falta. Un día, en una entrevista que colgó en su blog, introducía así una pregunta a Jay-Z: “Como alguien que ha atravesado museos contigo, que ha comido y escuchado música contigo, sé de primera mano cómo la creatividad eleva tu conciencia en todas las áreas. ¿Crees que, como figura cultural capital, es parte de tu responsabilidad compartir con los demás lo que te inspira?”. Y como Jay es rapero y enrollado, Gwyneth from the block añade un fuck que la hace más guay y la acerca al gueto: “You are the coolest man on Earth, how the f did you get like that?” (Eres el hombre más cool de la tierra, ¿cómo coño llegaste a serlo?).

Sorprendentemente, el último proyecto de Gwyneth sí tiene que ver con su carrera cinematográfica. Se trata de rodar, junto a Reese Witherspoon, Cameron Díaz y la propia Beyoncé, una comedia musical, One hit wonders, sobre tres estrellas del pop fugaces y olvidadas que planean reunirse 20 años después para tratar de volver a dar el campanazo. Detrás de este nuevo proyecto está Ryan Murphy, creador de la serie Glee, una de las pocas personas que todavía confía en el tirón de Paltrow y el único que realmente le está aportando alegrías estos años en el terreno interpretativo. Porque la feliz madre de Apple Blythe Alison Martin pasa por ser una de las estrellas de cine que más irrita a los estadounidenses. La estrella a la que se ama odiar. Pero a ella, que recientemente ha ampliado su residencia londinense, no le puede importar menos. La prueba es que sigue rellenando, tan pichi ella, su nunca suficientemente bien ponderado Goop, como ajena a que precisamente es ese blog lo que más la distancia del resto de mortales, una bitácora que te deja como quien se ha tragado un cazo.

Repasemos por qué. “En Topshop puedes encontrar botas baratas como las mías, que son de Burberry Prorsum”, recomienda ella, toda conciencia. “Quiero prendas con las que pueda pasar fácilmente de una mañana de invierno haciendo pancakes al cole, a una reunión de trabajo, a hacer los deberes y a una cena. Estos son los básicos que llevo últimamente que te servirán para una vida fácil y sin ataduras. Los he emparejado en tres looks diferentes y totalmente ponibles que te apañaran cualquier situación”, relata la actriz y consumada cocinera, para a continuación enumerar una camiseta de The Row, unas botas de Bottega Veneta, una gabardina de cashmere de Tod’s, un blazer de Margiela y un monedero Balenciaga. Porque los pancakes hechos con una camiseta que se venda por encima de los 200 € dan ese toque especial que el simple “hacerlo con amor” no consigue. ¿Qué propone la esposa del cantante de Coldplay para regalar en Navidad? Un reloj Hermés para ella y bolsa Mulberry para él. Mientras nos recuerda que “nada como dar para meterte en el espíritu de las fiestas”. Y es que ante todo, Goop pretende ser útil, práctico y abrir las puertas a todos aquellos que se planteen una “escapadita” de fin de semana. “¿Vas a París? ¡Quédate en el Ritz!”. A lo que uno solo puede responder: Gracias, Gwyneth, no se me había ocurrido. A veces no sé qué haría sin ti.

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