Igualdad salarial
El pasado 22 de febrero fue el Día Internacional de la Igualdad Salarial, una jornada que sacó a la luz unos datos más que alarmantes: la diferencia salarial entre hombres y mujeres alcanza de media un 22% y afecta también a las pensiones y a las prestaciones por desempleo. Además, todavía tenemos más paradas que parados. Lo más llamativo es que estas desigualdades se dan sobre todo en puestos de alta cualificación, contrariamente a la idea de que a mayor formación, mayor sensibilización y tolerancia. Es vergonzoso que en pleno siglo XXI y en un país supuestamente desarrollado, se recojan cifras como estas, y es todavía más peligroso que la sociedad no perciba esta situación como un problema, no porque no interese sino porque no se es consciente de que existe. Aparte de las medidas políticas para combatir esta situación vitanda, es indispensable que se dé prioridad a combatir esta disfunción absurda pero existente que debemos atajar de inmediato. No tan sólo perjudica a las mujeres sino que merma el potencial y el desarrollo del país. Es una gran carga, un lastre machista del pasado que se debe enterrar de una vez por todas; sino, seguiremos desaprovechando el talento de la valiosísima mitad de la sociedad española. Y no estamos para desaprovechar absolutamente nada.— Ana María González Montes.
