Una escuela para cazadores de sueños
Loterías y Apuestas del Estado recrea en un palacio de Madrid los escenarios del 'spot' como actividad para niños previa al Sorteo extraordinario de la Lotería de Navidad
"¡Qué levante la mano quien tenga un deseo por cumplir!". Ismael, Janet, Guillermo, Magette, Johan y Camila atienden con los ojos bien abiertos a las indicaciones de la profesora de la escuela mágica de la fábrica de los sueños. A esta clase tan especial de magia e ilusión asisten los cazadores de sueños más solicitados de las navidades: alguno de los niños del colegio de San Ildefonso, que el próximo 22 de diciembre, día del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, cantarán los números premiados. Loterías y Apuestas del Estado ha recreado el escenario de su anuncio de televisión, rodado en Riga por la agencia publicitaria Grey, y que se configura como una actividad para niños, en un antiguo palacete en el centro de Madrid (Calle Cervantes, 42), un reclamo más para mantener viva la ilusión de los españoles hasta el día del sorteo navideño.
El Gordo de la Navidad tiene previsto repartir 2.520 millones de euros en 27 millones y medio de premios a unas 9,5 millones de personas, "reintegros aparte". Este año, con un gordo más gordo que ninguno, el portador de un décimo ganador se hará con 400.000 euros, 100.000 más que el año pasado.
Una máquina que captura los sueños, desde donde se miman para que lleguen "desde el corazón y con más fuerza" hasta el bombo, el gran recipiente de todas las ilusiones; una pantalla de niebla, un bosque secreto donde se esconde la primera cazasueños, un rincón musical donde los sueños tienen notas propias, y una chimenea, también mágica, donde hay imágenes del spot en 3D. "Nuestro sueño es cantar el número del Gordo", explican Johann Sebastián y Camila, dos niños de San Ildefonso de 10 y 11 años respectivamente que han hecho hoy el recorrido junto a varios de sus compañeros.
En más de 1.058 m2, de manera gratuita y hasta el día previo al sorteo, el 21 de diciembre, se podrá disfrutar de una actividad en la que los mayores también pueden participar, dejando sus mensajes en el libro gigante de los sueños. También hay cabida para aquellos que no puedan acercarse hasta allí, descargándose las aplicaciones para iPhone y Android y mandar virtualmente sus deseos y sueños. "Los niños son los intermediarios de esos sueños y que se depositan cada año en la Lotería de la Navidad; los sueños son el motor de esos proyectos personales que se quieren cumplir", ha explicado Aurelio Martínez, presidente de Lotería y Apuestas del Estado, en el día de la presentación oficial de la fábrica.
La sensación, para los más de 2.000 personas que ya han visitado la fábrica de los sueños, es la misma que ha tenido Ismael, de 9 años, otro de los niños cantores de San Ildefonso, que al acabar la experiencia le ha confesado su mayor deseo a la primera cazasueños, la que habita en el Bosque Secreto: "¡Yo me quiero quedar a vivir aquí!".
