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Barberá afronta su sexto mandado con más partidos en la oposición que nunca

Los concejales de la oposición lucen símbolos de apoyo al Cabanyal y a la enseñanza en valenciano

Fuera centenares de jóvenes indignados del Movimiento 15-M han dado la bienvenida a la nueva corporación municipal de Valencia con una sonora cacerolada en demanda de regeneración en la política valenciana. Dentro, la popular Rita Barberá tomaba por sexta vez la vara de mando como alcaldesa de Valencia gracias a su holgada mayoría y ante la presencia del presidente de la Generalitat, Francisco Camps. La novedad en esta novena Corporación es que tendrá enfrente más partidos que nunca en los bancos de la oposición, concretamente tres.

Durante los discursos, Barberá, que ha salido elegida con los votos del PP, ha exigido al Gobierno español una financiación local adecuada y respeto a la autonomía municipal a la hora de decidir sobre el barrio valenciano de El Cabanyal. Los portavoces del PSPV-PSOE, Compromís y EU han ofrecido a la alcaldesa colaboración pero también le exigen un mayor compromiso con el uso del valenciano y que se separe claramente en el Consistorio Iglesia de Estado, que hace ilógico que se organicen acciones de gracias a la Mare de Déu -los concejales del PP suelen hacerlo tras la constitución de cada corporación-.

Los ediles del PP han jurado el cargo, los socialistas lo han prometido y los concejales de Compromís han incorporado a la fórmula tradicional, donde se declara lealtad al Rey y respeto a la Constitución y l'Estatut d'Autonomía valenciano "porque así lo manda la ley". Además se han comprometido en este momento a "impulsar la enseñanza en valenciano y de calidad". Los dos ediles de EU, Amadeu Sanchis y Rosa Albert, si han mencionado "por imperativo legal" cuando se han referido a la lealtad al Rey.

El dirigente socialista, nuevo en el Consistorio, Félix Estrela ha lucido en su solapa al prometer el cargo una pegatina en defensa de El Cabanyal y una chapa de la campaña de Escola Valenciana "Sí al valencià". Compromís y EU también los portaban durante el acto de constitución en solidaridad con la decisión del Consell de recortar las líneas de enseñanza en valenciano.

A la salida del hemiciclo, el portavoz socialista Joan Calabuig ha animado a trabajar para lograr el impulso de la economía y la creación de puestos de trabajo, siempre "desde un clima de cooperación entre instituciones" y ha tenido palabras de recuerdo, esta vez ante toda la cámara, con las víctimas del accidente de metro del 3 de julio.

Joan Ribó, portavoz de Compromís, coalición que entra por primera vez en el Consistorio con tres ediles, ha abogado por una Valencia para vivir y no para enseñar a los turistas y ha rechazado abiertamente privilegios como es el uso de coche oficial o escolta, "porque aleja a la clase política de los ciudadanos".

Amadeu Sanchis, ha añadido que en un momento en que se cuestiona a las instituciones y sus representantes corresponde hacer un esfuerzo por "dignificar la política" y por democratizar sus relaciones con la sociedad.

En los palcos, muchos invitados. Además del presidente Francisco Camps han estado presentes la portavoz del Consell, Paula Sánchez de León, la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Ana Botella, y la presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Pilar de la Oliva, entre otros muchos. A lo largo del acto de constitución se ha podido oír de fondo los pitos y gritos de protesta de los indignados que no pudieron dar ni un paso fuera de la explanada donde suelen estar ante el férreo dispositivo policial montado

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