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El concejal de la discordia

El alcalde de Sant Feliu de Guíxols destituye al edil y constructor denunciado por coacciones y amenazas

El equipo de Gobierno de Sant Feliu de Guíxols vive inmerso en una nebulosa. El alcalde de Sant Feliu de Guíxols, el independiente Carles Motas, asegura que ha destituido a Pere Luque, cuarto teniente de alcalde y responsable de las Brigadas Municipales. Luque dice que a él nadie le ha dicho nada. "Me considero concejal del equipo de Sant Feliu de Guíxols", insiste. Y así sigue la cosa, enmarañada en un municipio de la Costa Brava, con 22.000 habitantes, que desde hace una semana ha perdido el rumbo.

Todo empezó el jueves pasado por la mañana, cuando el ex alcalde, el socialista Pere Albó, se encontró con un tropel de trabajadores de Luque, que es constructor, increpándole en la puerta de su casa. ¿El motivo? Que Albó había denunciado en los medios que el concejal estaba haciendo una obra sin permiso. Hubo insultos, amenazas, coacciones... Al final, Albó presentó una denuncia en los Mossos d'Esquadra. Luque defiende que sólo acudió a poner paz.

"Es gravísimo. Es entrar en el terreno personal y familiar de los concejales y eso no se puede permitir", dice hoy Motas. El actual acalde asegura que se ha visto forzado a destituir a Luque: "Le he pedido que se disculpase con Albó, pero no ha querido". Motas ha firmado esta mañana el decreto conforme Luque pasa a formar parte de la oposición, pero el edil no se da por enterado. "Con una simple llamada tengo suficiente", pide.

Además del altercado con el ex alcalde, el empresario ha tenido problemas con al menos tres obras (dos de ellos, subsanados). La última, en el municipio vecino de Castell-Platja D'Aro, donde empezó la rehabilitación de una masía sin permiso. El martes el consistorio le paralizó los trabajos.

Motas, del partido político Tots per Sant Feliu, Luque, del también independiente Amics per Sant Feliu, y Convergència i Unió presentaron el 12 de abril una moción de censura contra el tripartito liderado por Albó. Juntos sumaban 11 concejales. Un mes después, se han quedado en minoría. El Gobierno ahora suma 10 concejales. El tripartito en la oposición, otros 10. La llave la tiene Luque y su voto del desempate.

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