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España presiona a Mauritania para que detenga a cientos de supuestos inmigrantes, según AI

Amnistía Internacional denuncia repetidas violaciones de los derechos humanos de los inmigrantes y las achaca a la presión de España y otros países de la UE

El director de Amnistía Internacional (AI), Esteban Beltrán, denunció hoy que la "presión" de España está provocando que en Mauritania se "violen los derechos humanos" de los inmigrantes, tanto de los expulsados desde Canarias como de los que la policía de aquel país detiene "arbitrariamente" y devuelve a Senegal y Malí "sin control judicial ni derecho a apelación".

Amnistía presentó hoy en Madrid el informe Nadie quiere tener nada que ver con nosotros , un estudio dirigido por el experto de la organización Salvatore Saguès, que describe la situación de los ciudadanos procedentes de distintos países africanos que acaban en Mauritania y que "no siempre" tienen el fin de emigrar a Canarias.

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Según el estudio, desde que España mantiene acuerdos con Mauritania para que acepte a los inmigrantes que llegaron a suelo español desde sus costas, el país ha iniciado una persecución de los extraneros, que son detenidos "sin pruebas", "cuando deambulan por las calles", se "suben a un taxi" o "en su casa", bajo "sospecha" de querer emigrar y con el "pretexto" de contener el flujo ilegal de subsaharianos a Canarias.

Violación preventiva

La organización considera por ello que las autoridades están "violando los derechos humanos de forma preventiva" porque las detenciones se realizan "sin tener pruebas" de que los arrestados tengan intención de abandonar el país con destino a España, ya que no siempre se trata de personas sorprendidas en la playa embarcando en un cayuco.

Este fenómeno, provocó, según datos recabados por AI, que Mauritania dejara en 2006 a 11.600 personas en las fronteras con Malí y Senegal, una cifra que llegó a los 7.100 en el año 2007. Para Beltrán, mientras esto ocurre, el Gobierno español "mira a otro lado".En el caso de los expulsados desde Canarias, señaló que los inmigrantes arriban en vuelos hasta la capital de Mauritania, Nuakchott, desde donde son conducidos por las autoridades hasta Malí o Senegal. Según la organización, llevan "cincuenta euros en el bolsillo" y no denuncian malos tratos por parte de las autoriades españolas, pero sí señalan que no fueron informados sobre el destino final del vuelo en el que iban a ser trasladados.

A esto hay que sumar, según la organización, que los policías del país africano "pegan, insultan y roban" a los inmigrantes los mantienen en condiciones de "hacinamiento total" en el centro de retención de Nuadibú, al norte del país.

"La responsabilidad con los derechos humanos no debe acabar en las fronteras" y los acuerdos de readmisión con Mauritania no incluyen ni una cláusula sobre derechos humanos", denunció el director de AI, quien exige al Gobierno que ponga fin a "las expulsiones colectivas haciendo que se examine cada caso con asistencia letrada". Asimismo, la organización solicita que se impongan ondicones sobre derechos en todos los acuerdos de readmisión para garantizar ue la ayuda española no financiará malos tratos.

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