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El 'look' de Condi

Condoleezza adora los zapatos, ha sido portada de 'Vogue' y fue incluida en la lista de las personalidades mejor vestidas por 'Vanity Fair', en 2006

Tildada a menudo como la nueva dama de hierro, pocos saben que, bajo la imagen seria y, en ocasiones algo masculina, de Condoleezza Rice, hay un afinado gusto por el vestir. No en vano, esta republicana estadounidense de 52 años ha lucido palmito en la portada de Vogue y fue incluida en la lista de las personalidades mejor vestidas por la revista Vanity Fair, en 2006. Y es que Condi puede permitírselo. Su delgada silueta luce bien en los austeros trajes de dos piezas que suele elegir para los actos oficiales. Por cierto, su debilidad son los zapatos.

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Sus favoritos son los de la casa Salvatore Ferragamo; el zapatero de las viejas actrices de Hollywood. De hecho, en alguna ocasión, se la ha visto en la tienda que la marca tiene en la Quinta Avenida de Nueva York. Pese a su apretada agenda, también ha sacado tiempo para asistir a los desfiles de su diseñador favorito, Oscar de la Renta, de quien se dice que fue el responsable de que cambiara los pantalones por sus inseparables faldas.

El diseñador dominicano fue el elegido para vestirla en la portada de la Biblia de la moda (El Vogue estadounidense), donde aparece luciendo un vestido rojo carmín, barra de labios Yves Saint Laurent y zapatos Ferragamo. "Me gusta arreglarme", reconoció en una entrevista a Oprah Winfrey.

Pero no fue entonces cuando la secretaria de Estado estadounidense mostró su look más polémico. Ocurrió en 2005, durante una visita a las tropas estadounidenses en la base de Wiesbaden, en Alemania. Condoleezza apareció ataviada de negro riguroso, con minifalda y unas botas negras de altísimo de tacón de aguja. Hasta la llamada prensa seria se hizo eco de la curiosidad, acostumbrada a la sobriedad de Condoleezza.

Ese atrevimiento, sin embargo, contribuyó a su inclusión en la lista elaborada por la revista Vanity Fair sobre las personalidades mejor vestidas. La publicación halagó su estilo impecable y renegado, "amén de sus botas negras de dominatrix, hasta la rodilla". Unas botas de las de pisar fuerte para quien quizá sea la sucesora de Bush, como candidata republicana a la Casa Blanca .

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